Los Planes Especiales de Sequía, que han entrado hoy en vigor coincidiendo con el Día Mundial del Agua, permitirán adoptar decisiones a largo plazo para garantizar el abastecimiento y evitar «cortes» de agua, con lo que supondrán «un antes y un después en la gestión de la sequía».
Así lo manifestó hoy el director general del Agua del Ministerio de Medio Ambiente, Jaime Palop, en rueda de prensa tras presentar estos planes.
Destacó la importancia de que en un país como España se gestione la sequía de forma normal ya que es un fenómeno propio de nuestro clima, que aparece periódicamente, y no «una maldición extraordinaria».
Estos Planes permitirán ir adoptando decisiones que generen los menores sacrificios en la población, en función de los recursos disponibles y de las necesidades.
Señaló que la experiencia ha demostrado que cuando se producen cortes de agua los efectos son muy negativos en las redes de abastecimiento y además los ahorros son inferiores a los previstos.
Por ello, uno de los principales objetivos del Gobierno es que no se produzcan cortes de agua en el abastecimiento humano y mantener el suministro normal de agua para consumo e industrias dentro de los cascos urbanos.
Los Planes establecen un mecanismo de participación, las Comisiones Permanentes de Sequía, en las que están representadas las comunidades autónomas y los usuarios, que se reunirán con una frecuencia mayor que la mensual.
Uno de los principales objetivos del Plan es el establecimiento de un sistema de indicadores fiable, que permita prever las situaciones de sequía y valorar la gravedad con que se presentan.
A cada indicador se le han atribuido los valores correspondientes a unas situaciones de estado de sequía que se establecen en función del índice de estado, con unos valores que van de 0 a 1, que lo definen como normalidad, prealerta, alerta o emergencia.
Para ilustrar el funcionamiento de los planes, Palop puso como ejemplo la Cuenca del Júcar, en la que para evitar afecciones medioambientales no deseables como que se corte el río se ha puesto en marcha un centro de intercambio que permitirá comprar derechos de agua.
Subrayó que antes de estos planes se adoptaban decisiones puntuales para solucionar el momento presente, lo que no ocurrirá a partir de ahora.
Por otra parte, según un informe elaborado por la sección de Climatología del Centro Meteorológico de Valencia, el déficit de precipitación en la Comunidad Valenciana desde septiembre es del 10 por ciento, con lo que ya se acumulan 30 meses de sequía climática.
El balance de los dos años y medio de sequía ofrece un déficit estimado del 20 por ciento de precipitación, con el 96 por ciento del territorio de esta comunidad con déficit pluviométrico.