La desalinizadora que pretende construir el Gobierno en Torrevieja solamente persigue, según el conseller de Territorio, Esteban González Pons, “trasvasar agua a Castilla-La Mancha, Aragón y Cataluña”. Según dijo ayer, “es la única explicación que tengo a la intención de la ministra Cristina Narbona de construir aquí una desalinizadora tan grande”.
El conseller de Territorio lamentó tras un acto en Castellón que la planta “más grande del mundo para uso agrícola” se proyecte en la Comunitat, “a pocos kilómetros de un río con excedente de agua”, afirmó González Pons, en referencia al río Ebro, que estos días está sufriendo crecidas importantes debido al deshielo y las fuertes precipitaciones que se han producido en la cuenca.
González Pons recalcó que esta “central nuclear marina” carece de Declaración de Impacto Ambiental y pone en riesgo “las praderas de posidonias”. Atribuyó la magnitud del proyecto al empeño del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero “de hacernos campeones de la nada”.
Responsables de la Conselleria de Territorio comprobaron ayer por la mañana que las obras de la desalinizadora de Torrevieja estaban efectivamente paralizadas. Las máquinas siguen en la zona donde se ubicará la planta, pero no hay ningún trabajador de la empresa constructora adjudicataria de la actuación, que comenzó hace escasas semanas.
La empresa estatal Acuamed decidió el pasado miércoles paralizar las obras después de que el Consell decidiera interponer decretara su suspensión.
Colegio de abogados
El decano del Colegio de Abogados de Valencia, Francisco Real, señaló ayer que el derecho al agua de los ciudadanos sólo puede garantizarse con una “política estatal que tenga en cuenta las exigencias particulares de las regiones”. Real hizo estas declaraciones durante el Encuentro Mediterráneo de Colegios de Abogados que ha tenido lugar en Marrakesch.
Para el decano, se ha llegado a una situación “de libre acceso de facto que lleva a un rápido agotamiento de los recursos hídricos”.
El problema medioambiental se debe, según Real, a “un marco institucional petrificado y un continuo crecimiento”.