El secretario general para la Prevención de la Contaminación y el Cambio Climático, Arturo González Aizpiri, comunicó ayer oficialmente a Aguas del Júcar (acuaJúcar) su decisión de no someter las modificación del trazado del trasvase Júcar-Vinalopó al procedimiento de evaluación de impacto ambiental.
La decisión, adoptada tras estudiar las alegaciones presentadas por la distintos departamentos de la Conselleria de Territorio y Vivienda que dirige Esteban González Pons – algunas fuera de plazo- y los ayuntamientos de Alzira, Barxeta, Cullera y la Font de la Figuera. supone la desaparición del único obstáculo que estaba impidiendo el inicio de las obras, ya adjudicadas y con el proceso expropiatorio en marcha.
Según la resolución ministerial, el proyecto de modificación «no supondrá un incremento significativo de las emisiones de contaminantes a la atmósfera, la producción de residuos, los vertidos a cauce públicos ni del uso de los recursos naturales respecto a la previsto en la Declaración de Impacto Ambiental favorable emitida sobre el proyecto original con toma en el azud de la Marquesa emitida el 8 de mayo de 2006.
El secretario general, a la vista del informe emitido por la dirección general de Calidad y Evaluación Ambienta concluye también que la modificación introducida al trazado no afecta negativamente a las áreas de especial protección.
La Generalitat había mostrado su disconformidad aludiendo a posibles afecciones indirectas sobre el Parque Natural de La Albufera (Lugar de Interés Comunitario -LIC- y Zona de Especial Protección para las Aves-ZEPA)) y también sobre el LIC «Desembocadura y Frente Litoral Xúquer», argumentos que fueron rebatidos en el proceso por el promotor de las obras, acuaJúcar.
Según fuentes de la citada empresa las obras podrían arrancar de «inmediato» en los nuevos tramos, aunque no está claro todavía si habrá una ceremonia de «primera piedra» debido a la proximidad del proceso electoral.