Una reunión extensa, profunda y de máximo nivel permitió ayer a los miembros del Comité de Crisis de la cuenca del Segura alcanzar nuevos acuerdos económicos con el Gobierno de la nación para paliar las pérdidas de los tres años de sequía. A cambio, ambas partes decidieron dejar para después de las elecciones todo lo referente al Trasvase Tajo-Segura y, en concreto, Al nuevo desembalse de socorro de 170 hectómetros cúbicos que pedían los regantes. Esta solicitud se tratará en la reunión periódica y ordinaria de la Comisión de Explotación del Acueducto prevista para la primera semana de junio, según informaron ayer fuentes del Ministerio de Medio ambiente y de los regantes.
Esta decisión se tomó en plena campaña, tras meses de reproches del Levante al Gobierno, y se eludió el trasvase para evitar una explosión de indignación en La Mancha, según fuentes bien informadas.
El encuentro en La Moncloa contó con la vicepresidenta primera, Fernández de la Vega; las ministras de Medio Ambiente, Cristina Narbona, y de Agricultura, Elena Espinosa, y el presidente de la Confederación del Segura. Enfrente estaban los miembros del Comité de Crisis que representan a regantes, empresarios y sindicatos de Murcia, Alicante y Almería.
Excedentes por lluvias
Dejar para después de las elecciones el nuevo desembalse del Tajo al Segura no representa un contratiempo, puesto que las últimas lluvias han dado un pequeño respiro y porque, además, la Comisión de Explotación debe reunirse dentro de un mes para estudiar qué caudales se pueden derivar, toda vez que los pantanos de la cabecera del Tajo almacenan 185 hectómetros excedentarios. De igual forma se dejó aparcada la petición de los regantes de anular la parte del Estatuto de Castilla-La Mancha que postula liquidar el trasvase en el año 2015, y forzar a su vez un pronunciamiento inequívoco del Gobierno que garantice su continuidad del acueducto.
Con el Tajo al margen, De la Vega sí atendió el resto de peticiones del Comité de Crisis que ya fueron planteadas en septiembre y que se traducen en más ayudas económicas, exención de cánones e inversiones. Se empezarán a devolver los 40 hectómetros de deuda que reclaman los regadíos. Esta devolución será gradual.
Asimismo, se prorrogará el decreto de sequía, que mantiene la compra de derechos de agua a otras cuencas y la condonación de una parte importante de la tarifa del acueducto Tajo-Segura. Otro de los compromisos apunta a una tarifa eléctrica específica y más barata para los regadíos, que consumen mucha energía con los bombeos de agua. También aumentarán las inversiones para las obras de mejora de los canales del trasvase, con el fin de reducir las pérdidas durante el transporte de caudales. Los proyectos y cultivos que se han visto anulados por falta de caudales en los dos últimos años serán estudiados también para ver compensaciones económicas.
Precio del agua
Más indefinido quedó el compromiso para rebajar el precio del agua desalinizada para los cultivos. El Ministerio la oferta ahora a 39 céntimos el metro cúbico. Una comisión técnica se encargará de buscar una fórmula para rebajar ese precio, ajustada al principio de recuperación de costes de la Directiva Marco de Agua. Narbona anunció un segundo Programa Agua para la cuenca del Segura basado en más inversiones para modernizar regadíos y más producción de agua desalinizada, aunque no concretó.