La Comisión de Medio Ambiente del Congreso apoyó ayer por unanimidad que la Comisión de Explotación del Acueducto Tajo-Segura evalúe las nuevas circunstancias tras las últimas lluvias y autorice una derivación de 20 hectómetros cúbicos a las Tablas de Daimiel, garantizando que no haya despilfarros, informa Efe.
Todos los grupos apoyaron una Proposición No de Ley del PP, que fue enmendada por el Grupo Socialista, en la que se instaba al Gobierno a asegurar el carácter permanente de la derivación de agua del trasvase Tajo-Segura al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel (Ciudad Real) para asegurar su conservación.
La diputada del grupo popular Carmen Quintanilla puso de relieve que dicho Parque Nacional atraviesa en la actualidad uno de los momentos más críticos de su historia y presenta tan sólo 15 hectáreas encharcadas de las 1.750 con las que cuenta la superficie total. Considerado uno de los más importantes humedales de España y de Europa, fue declarado Parque Nacional en 1973 y Reserva de la Biosfera en 1981, recordó.
Agregó que este entorno natural, que es elegido todos los años por cientos de especies de aves acuáticas como lugar de nidificación, corre el peligro de desaparecer sin que desde el Gobierno, «principal responsable de su mantenimiento y conservación, se haya hecho nada».
DESDE ENERO DE 2004. Quintanilla indicó que el último trasvase de agua que recibieron Las Tablas de Daimiel desde la cabecera del Tajo se produjo en enero de 2004, con el Partido Popular al frente del Gobierno de España, con la derivación de 15 hectómetros cúbicos. Por ello, consideró que es el momento idóneo para ese trasvase después de que las últimas precipitaciones hayan hecho posible que empiece a correr agua por el río Cigüela, aunque es aún insuficiente para poder encharcar en su totalidad el parque nacional.
El diputado socialista Alejandro Alonso, que defendió la enmienda de su grupo, destacó la importancia de los valores biológicos y ambientales de las Tablas y su influencia social y económica. Reconoció que desde hace tiempo atraviesa una situación difícil, que achacó a la sobreexplotación de los acuíferos sobre los que se asienta el parque, y defendió la adopción de medidas, entre las que incluyó los trasvases, siempre que se realicen con prudencia y en casos de urgencia. Aseguró que el Gobierno está ultimando un plan de sostenibilidad del Alto Guadiana, que resolverá de manera definitiva los problemas de sobreexplotación, a la vez que está llevando a cabo una política de adquisición de fincas en el entorno del parque para asegurar la no extracción de agua. El Ministerio de Medio Ambiente ha optado por comprar terrenos en la zona para liberarlos de la presión de los pozos y de las extracciones de agua.