El «trasvase razonable» del Ebro con el que el síndic socialista, Ignasi Pla, desmontó el andamiaje político del presidente Camps y sorprendió a no pocos diputados socialistas es, en realidad, el minitrasvase a Castelló, que en determinadas circunstancias, «llegaría como máximo a Sagunt» . Lo explicaron ayer en declaraciones a este diario el propio Pla y el portavoz de Territorio, Medio Ambiente y Vivienda del grupo socialista, Francesc Signes, quien destacó que el «auténtico valor» de la iniciativa de Pla estriba en haber apostado por un «pacto del agua que saque este asunto de una vez del debate político» . El líder socialista había repetido mil veces que el trasvase del PHN era imposible porque nunca contaría con la financiación de la Unión Europea ni con el aval político de las comunidades de la cuenca cedente.
La novedad es que ahora, al calor de la derrota electoral, animó a Camps a hacer causa común y trabajar por ese consenso de los gobiernos de España, Aragón y Cataluña para hacer viable un trasvase «razonable desde el punto de vista social, económico y ambiental» . Y «razonable» significa, según explicó el secretario general del PSPV, que en ningún caso se estaría hablando de los 350 hectómetros de la transferencia hídrica del Ebro del PHN ni magnitudes parecidas. El pacto del agua propuesto por Pla incluiría un compromiso del Consell de no poner más palos en las ruedas del Programa Agua. «Desbloquear las diferencias es que Camps se olvide de hacer política y de poner trabas a proyectos que generan grandes beneficios sociales como la desaladora de Torrevieja» , agregó el dirigente socialista.
El acuerdo para el que Pla tendió la mano serviría para «garantizar el caudal del Júcar» combatiendo los pozos ilegales de La Mancha oriental y La Manchuela, cuestión para la que habría que negociar con el gobierno vecino del socialista José María Barreda. «En la historia de la humanidad no ha habido un trasvase sin el vistobueno de las cuencas cedentes y eso lo tiene que saber Camps, pero su problema es que antepone los intereses electorales del PP a los de la Comunitat Valenciana» , afirmó Signes. «Piensa que cuanto peor les va a los valencianos en el agua, mejor le va a él y por eso en vez de aceptar ya nuestra propuesta de diálogo y ganar ocho meses de cara al consenso, prefiere ganar más votos estos ocho meses hasta las generales» , concluyó el portavoz de medio ambiente.
La oferta de Pla provocó ayer un aluvión de reacciones. La ministra Narbona se limitó a afirmar que los «debates» en materia hídrica «están siempre abiertos», pero que su «obligación» es desarrollar el programa Agua y resolver «lo antes posible» las carencias que existen, dijo, en la Comunitat Valenciana y en Murcia. «Con actuaciones concretas y con inversiones concretas, eso es lo que me corresponde» , concluyó la responsable de Medio Ambiente para evitar el choque frontal con el PSPV.