La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, destacó ayer que «los debates» en materia hídrica «están siempre abiertos», pero que su obligación es desarrollar el programa AGUA -que entre otras medidas promueve la desalación de agua de mar- y resolver «lo antes posible» las carencias que existen en la Valencia y Murcia. Además, subrayó que la actual política del agua cuenta con una financiación europea «que nunca tuvo el trasvase del Ebro».
Narbona respondió así a preguntas de los periodistas sobre la oferta que el dia anterior planteó el portavoz socialista en las Cortes de Valencia, Joan Ignasi Pla, al reelegido presidente de esta Comunidad, el popular Francisco Camps, de apoyar «un trasvase razonable» del Ebro. La relativa coincidencia trasvasista de Pla y Camps fue resaltada ayer por la prensa regional como el renacer de un trasvase derogado por el actual Gobierno socialista.
«Como ministra, mi obligación es desarrollar el programa AGUA y resolver lo antes posible las carencias de agua de calidad que tienen la Comunitat Valenciana y la Región de Murcia con actuaciones concretas y con inversión concreta», sostuvo Narbona. «Los debates están siempre abiertos, pero mi obligación es hacer lo que estamos haciendo», añadió la ministra tras presidir en Elche la firma de un acuerdo entre Acuamed y la Comunidad de Riegos de Levante para construir una nueva desalinizadora en Alicante.
Posteriormente, en Calpe, la ministra puntualizó que Pla rechazó públicamente el trasvase del Ebro incluido en el anterior Plan Hidrológico Nacional y planteó condiciones «en la aproximación a ese debate. «Pero, como ministra, no estoy en los debates, sino en la respuesta concreta», agregó.
El debate en materia hídrica es «un debate libre sobre el que todo el mundo puede tener sus posiciones», indicó Narbona , quien recordó que la Comisión Europea «ha avalado de manera reiterada la política del agua» que desarrolla el Gobierno español.
«Contamos con financiación europea que nunca tuvo el trasvase del Ebro y con su apoyo ante todo tipo de denuncias por parte de la Generalitat Valenciana» que «se han lanzado ante la instituciones europeas y que éstas han rechazado de manera reiterada».
Narbona dijo que el programa AGUA abarca «todas las formas diferentes de obtención de agua, desde la modernización de los regadíos hasta la gestión de los trasvases del Tajo-Segura y el Júcar-Vinalopó», cyo inicio de otras (de este último) se aprobará este viernes, según anunció. Pero sobre todo insistió en que la desalación de agua de mar es «una tecnología que cada vez ofrece mejores resultados y sobre todo es la única que que garantiza agua llueva o no». Por eso tachó de «lamentable que alguna vez se quiera criminalizar la desalación».
Mientras el PP de Alicante criticaba que Narbona «ha renunciiado a comprometerse con la llegada de agua a la Comunidad Valenciana», la organización ecologista WWF/Adena publicaba ayer un informe donde descarta los trasvases por su «elevado coste económico y ambiental» y mostraba su preocupación por la política de varias Comunidades, en especial Andalucía, Castilla-La Mancha, Valencia y Murcia, «que pretenden utilizar nuevos trasvases para promover regadíos y urbanizaciones insostenibles».