El informe de la organización mundial de conservación define a los trasvases entre cuencas como iniciativas muy costosas con elevados impactos ambientales que ponen en peligro la capacidad de los ríos para proporcionar alimentos y agua. El informe analiza casos de trasvases realizados en Australia, España y Sudáfrica, así como otros proyectos en Brasil, China, Grecia y Perú. Existen cientos de otros proyectos de trasvases en todo el mundo, algunos de ellos ocultados al público debido a su conflictividad.
La casi totalidad de los casos manifiestan los mismos fallos: costes disparados, falta de transparencia, daños irreversibles a los ríos, falta de implicación de los afectados, desplazamientos de comunidades, fracaso de los beneficios esperados y falta de estudio de alternativas sostenibles.
Jaime Pittock, Director del Programa Internacional de Aguas de WWF/Adena, explicó: «En muchos casos, los proyectos de trasvases son simples ‘acueductos de sueños’, reflejo de un pensamiento simplista de que la transferencia de agua de un río a otro va a resolver los problemas de escasez de agua, sin producir otros nuevos. La clave para resolver realmente esta crisis es la conservación de los ríos y acuíferos, conjuntamente con una correcta evaluación y gestión de la demanda». La Unión Europea considera también que los trasvases sólo pueden ser la ‘última solución’ a los problemas del agua, tras analizar primero las posibilidades de ahorro y mejora de la gestión.
Trasvase Tajo-Segura (Castilla-La Mancha, Valencia, Murcia, Almería)
El Tajo-Segura trasvasa desde 1978 hasta 600 hm3/agua anuales por sus 286 kilómetros desde el Sistema Ibérico hacia el Levante. Oficialmente, transfiere agua para 147.000 hectáreas de regadío y 76 abastecimientos urbanos. El trasvase ha causado impactos severos, como la reducción de caudales ambientales en el río Tajo, el traslado de especies de peces entre cuencas (que afecta por ejemplo a la loina del Júcar) y la destrucción de ecosistemas y la promoción de una agricultura insostenible en Murcia y Almería.
A pesar del trasvase, el déficit del agua en la zona beneficiada está aumentando, y existe un mercado negro del agua. Varios informes estiman que existen 65-100.000 hectáreas de regadíos ilegales en la cuenca del Segura, y Murcia y Almería continúan en el boom urbanístico, con más de 50 nuevos campos de golf y 115.000 nuevas viviendas en un plazo de 8 años. «El caso del trasvase Tajo-Segura ilustra una gestión del agua que prioriza a aquellos usuarios que no son preferentes según la Ley de Aguas: en vez de asegurar los abastecimientos y los caudales ambientales en los ríos, se amplían campos de golf, urbanizaciones y regadíos», critica Guido Schmidt.
Proyecto de trasvase del Ebro (Cataluña, Valencia, Murcia, Almería)
La Ley del Plan Hidrológico Nacional (PHN) aprobó en el año 2001 un nuevo trasvase de 1.050 hm3/año desde el Ebro a otras zonas de la costa mediterránea. WWF/Adena se opuso a la ejecución de este proyecto, porque lo consideraba obsoleto. El proyecto no consideraba ni los efectos del cambio climático sobre la disponibilidad del agua, ni los impactos ambientales, vulnerando así a la legislación europea. Sus cálculos económicos eran incorrectos y WWF/Adena estimó que las pérdidas totales ascendían a 3.500 millones de euros, siendo el coste medio del agua de 0,72 €/m3 agua, muy superior al coste del agua desalinizada (0,45-0,60 €/m3). Tras numerosas manifestaciones y reuniones técnicas, la Comisión Europea asumió los mismos argumentos económicos y ambientales para no asignar los 8.000 millones de euros de los fondos europeos de cohesión y desarrollo regional a este proyecto.
WWF/Adena apoyó la derogación del proyecto de trasvase del Ebro por el Gobierno en el año 2004 y su sustitución por el programa A.G.U.A. del Ministerio de Medio Ambiente y sus desalinizadoras, si bien considera que «las Comunidades Autónomas y el Gobierno siguen sin apostar por el ahorro del agua y el desarrollo territorial sostenible», según explica Guido Schmidt, responsable del programa de aguas de WWF/Adena. Y añade: «El crecimiento sin límite del regadío y de las urbanizaciones impiden una buena gestión del agua y son los principales responsables de los abusos del agua, como los más de 500.000 pozos ilegales».
Trasvase Guadiana-Doñana (Andalucía), en proyecto
La Junta de Andalucía promueve el trasvase de agua del Guadiana a Doñana, apoyando un desarrollo insostenible de la provincia de Huelva, tanto en lo que se refiere al urbanismo en los núcleos costeros, como a la transformación de más de 25.000 hectáreas de montes y cultivos de secano hacia nuevos regadíos. En mayo de 2007, la Agencia Andaluza del Agua solicitó al Ministerio de Medio Ambiente un trasvase de 5 hm3 anuales para el riego del fresón en Doñana. Ahora mismo, un tercio de estos campos de fresón ocupan ilegalmente montes públicos y espacios protegidos y se abastecen de pozos ilegales.
WWF/Adena critica que la Junta de Andalucía ni siquiera haya contemplado las alternativas de ahorro y reciclaje que esta organización propuso hace tres años como parte de la solución. Guido Schmidt, Responsable del Programa de Aguas de WWF/Adena, explica: «Se trata de otro trasvase que beneficia a agricultores ilegales y que es más caro que otras alternativas de ahorro. La Junta de Andalucía sigue sin apostar por la buena gestión del agua en Huelva», explica.
Las alternativas propuestas por WWF/Adena suponen el ahorro de 10-13 hm3/año con un coste de 18-25 millones de euros. Incluyen las siguientes medidas: Modernización de regadíos (4,5 hm3/año, con un coste de 9 millones de Euro), promoción de cultivos hidropónicos (2,8 hm3/año), ahorro urbano (2,8 hm3, con un coste de 0,8 millones de Euro), mejora de redes urbanas (0,8 hm3), reutilización de aguas depuradas (4 hm3/año, con un coste de 8,3 millones de euros) y revisión de regadíos subvencionados (3,5 hm3/año).
Trasvase Tajo-Llanura Manchega (Castilla-La Mancha), en construcción
La Junta de Castilla-La Mancha y el Ministerio de Medio Ambiente son los principales promotores del trasvase entre el río Tajo y la Llanura Manchega, con el objetivo de asegurar el abastecimiento en esta última cuenca, fuertemente sobreexplotada y con problemas de contaminación en los acuíferos 23 y 24, donde los niveles de nitratos ya superan en algunos puntos los 50mg/l, límite establecido por la legislación (Directiva 91/676, Real Decreto 261/96).
WWF/Adena considera que este trasvase afectará negativamente al río Tajo en las provincias de Toledo y Guadalajara y a Extremadura y Portugal. Con la pérdida de caudal empeorará la sequía en el Tajo Medio (ya hay periodos del año en el que el cauce se queda seco en La Sagra y en Talavera). También afectará a la calidad del agua, aumentando la contaminación de los embalses aguas abajo de Toledo, que ya están muy eutrofizados.
Para Alberto Fernández-Lop, del programa de aguas de WWF/Adena: «Los responsables políticos han entrado en una huida hacia delante que se manifiesta en este trasvase. En vez de apostar por una buena gestión del agua, cerrar los más de 60.000 pozos ilegales y promover una agricultura que no dependa del agua, la Junta de Castilla-La Mancha sigue subvencionando al regadío y construye costosas infraestructuras». WWF/Adena alerta también ante la posibilidad de que este trasvase sea inviable por la falta de agua en el Alto Tajo.