Tras cuatro años al frente de la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental (JCRMO), Agustín González Ortega no repetirá, por decisión personal, como presidente de esta organización. Su sucesor saldrá de la asamblea extraordinaria que se celebrará el 29 de septiembre y en la que se elegirán en primer lugar a cinco vocales, cuyos cargos deben ser renovados al haberse cumplido el plazo estipulado en los estatutos de la JCRMO, y posteriormente al presidente.
Éste será designado de entre los vocales, incluidos los ocho restantes cuyos cargos no deben ser renovados en esta ocasión, que deseen presentarse como candidatos a la Presidencia. En la asamblea además se someterá a la aprobación de los asociados el Plan de Explotación para la campaña de riegos del año 2008.
Actualmente la Junta de Gobierno está compuesta por trece miembros, de los cuales nueve son elegidos por la asamblea general entre regantes individuales. La duración de los cargos es de cuatro años, renovándose por mitades cada dos, según indicaron desde la JCRMO. El plazo de presentación de candidaturas concluyó el pasado 25 de agosto.
Los vocales salientes en esta ocasión son, además del propio Agustín González, Francisco Abellán Pérez, Jorge Serna Masiá, Miguel Falcón Dacal, y Agustín López-Núñez Flores.
Por su parte la lista provisional de candidatos está conformada por Miguel Barnuevo Rocko, Francisco Belmonte Alfaro, Alfonso Calderón Piqueras, Julián García Piqueras, Emiliano Castillo Marchante, Alonso Toboso Tébar, Ricardo Sajardo Gómez, y Miguel Falcón Dacal, que opta a la renovación en su cargo como vocal.
Los que repiten
Junto a Miguel Falcón han formado parte de la Directiva en distintos periodos de la historia de la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental, Emiliano Castillo Marchante y Francisco Belmonte Alfaro.
Belmonte fue presidente de los regantes en el periodo previo a la constitución oficial de esta entidad y durante la primera legislatura de la JCRMO una vez constituida. Así ocupó la Presidencia entre el año 94 y 99. En septiembre de ese año le sucedió en el cargo Francisco Martín de Santa Olalla que se mantuvo en el mismo hasta el 28 de septiembre del 2003.
Durante el mandato de Francisco Belmonte se produjo la aprobación del Plan Hidrológico del Júcar. Unos tiempos que Belmonte recuerda aún hoy como «profundamente apasionantes».
Casi tanto como podría serlo la próxima legislatura que el que fuese presidente de la JCRMO calificó de «fundamental» argumentando que será en este periodo cuando se produzca la esperada revisión del Plan de cuenca. «No se ha cumplido el Plan que hicimos hace 10 años. Habrá que revisarlo y recordar que se prometió mucho y se ha cumplido poco», señaló el que podría convertirse el próximo 29 de septiembre en presidente de la entidad por segunda vez insistiendo en que sería muy interesante que los que estuvieron en la elaboración del Plan también lo estuviesen en su revisión.
Y es que Belmonte no oculta su intención de optar de nuevo al cargo. «Si salgo elegido como vocal por supuesto que voy a optar», señala Belmonte, quien lamenta que tampoco se hayan cumplido los compromisos adoptados en materia de sustitución de bombeos.
Los que no cumplen
«Nosotros hemos cumplido nuestra parte. Nos hemos abrochado el cinturón cuando ha sido necesario, mientras que los demás no han cumplido. Los regadíos de Valencia siguen sin modernizarse», afirma Belmonte que, a pesar de no haber continuado en la Directiva de la JCRMO en estos últimos años sí ha mantenido una férrea defensa del agua. «Esta vez hay que exigir que se cumpla porque en esta ocasión tenemos varias cartas para jugar», apostilla. Entre estas cartas se encuentra la Directiva Europa del Agua o la Sentencia del Supremo, cuya ejecución aún sigue pendiente. «Habrá que pedir que se cumpla», afirma añadiendo que otra de las cuestiones pendientes es la reforma de la Ley de Aguas.
En cuanto a la labor de sus sucesores en la Presidencia, Belmonte asegura que todos han trabajado mucho para lograr todo lo que ha conseguido agradeciendo esta labor. Una tarea en la que ha sido y es esencial la aportación de cada regante. «La nuestra es y va a ser una batalla compleja y hay que afrontarla con mucha unión», dice.