Cuando estuvo al frente de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente en el Gobierno de Felipe González, Cristina Narbona fue una de las impulsoras del trasvase del Ebro aprobado en 1993 que triplicaba en volumen de agua el diseñado por el PP. Pero desde que pasó a la oposición se ha mostrado contraria a este tipo de medidas.
Catorce años después sigue con los cambios de opinión. En 2001, se opuso en el Congreso al trasvase del Ebro a Cantabria propuesto por el Gobierno de Aznar. También votaron en contra José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba y la vicepresidenta del gobierno cántabro Lola Gorostaga. Así lo dejó ayer bien claro el presidente del PP cántabro Ignacio Diego.
Ahora, en cambio, Narbona ha sido la impulsora de este proyecto que se puso en marcha la pasada semana, tal y como adelantó LAS PROVINCIAS en su edición del domingo. En declaraciones a Onda Cero, la ministra se justificó negando que la actuación sea “un trasvase”. La titular de Medio Ambiente dijo que se trata de un trasvase, “ya que se utiliza agua de la cuenca del Ebro en Santander, pero este agua vuelve desde los ríos de la cuenca del norte. No hay alteración en el caudal global del Ebro”.
Aclaraciones
El presidente Francisco Camps telefoneó ayer al presidente del PP de Cantabria, Ignacio Diego, para aclararle que ni el Consell ni el PP valenciano se oponen al trasvase Ebro-Besaya, sino que sólo piden solidaridad e igualdad de trato para la Comunitat.
Diego señaló que las declaraciones del secretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, han sido “tergiversadas”, porque sólo pedía que no se negara a Valencia el agua del Ebro; aunque también reconoció que tenía que hacerle un reproche a Costa: que atribuyera al Gobierno de Zapatero una obra impulsada por el PP .
Diego explicó que Camps y Costa le han trasladado que en el PPCV no “existe ánimo alguno” de entablar una polémica ni de perjudicar sus intereses, sino sólo de reivindicar “igualdad de derechos”.
El trasvase es una infraestructura que permitirá a Cantabria abastecerse en verano del pantano del Ebro, a condición de que durante el invierno reponga el agua utilizada bombeando los excedentes de los ríos Besaya y Pas, que carecen de presas que regulen su caudal.
Ricardo Costa volvió ayer a exigir al Gobierno central que explique “con luz y taquígrafos por qué el Plan Hidrológico Nacional (PHN) sólo sirve para las autonomías gobernadas por los socialistas”. Costa explicó que las críticas de su partido sobre este asunto se refieren a que el “único criterio del PSOE para mantener o derogar un trasvase sea el de quién gobierna en el territorio receptor”.
Asimismo, el secretario general de los populares valencianos recordó que la filosofía del PP es la de “agua para todos; para Cantabria, para Aragón, para Cataluña, para todos, incluyendo, cosa que Zapatero y Narbona no hacen, a la Comunitat”.
Costa se mostró “encantado de que Cantabria vea culminadas infraestructuras porque el agua ha de llegar donde se necesita” y matizó que en la Comunitat “no sabemos muy bien qué se siente, ya que lo único que tenemos es la derogación de un trasvase, el cambio de trazado de otro, la reducción de los caudales del tercero y un Plan Agua fantasma del que sólo se han llevado a cabo 3 de las 54 actuaciones”.
En esta línea, el conseller de Medio Ambiente, José Ramón García Antón, criticó que la Comunitat “es la más perjudicada por la política hídrica de Zapatero, porque no sólo no ha recibido ni una gota del Ebro, sino que además tampoco ha recibido en estos cuatro años el agua que anunciaba el Programa Agua”.
El portavoz adjunto del PSPV en Les Corts, Angel Luna, manifestó ayer que pretender comparar el bitrasvase de aguas del Ebro a Cantabria “con el trasvase del Ebro “ que los populares “están reclamando para la Comunitat” es “una broma”.