El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, considera que «llegará un momento», de seguir así la situación del clima, en que el trasvase Tajo-Segura se tenga que utilizar «al revés», es decir, «desde el Mediterráneo a la Meseta».
En una entrevista en el programa de Antena 3 ‘El Espejo Público’, Barreda aclaró que mientras los recursos hídricos del Tajo se van mermando, en el Mediterráneo siempre habrá una posibilidad «ilimitada» de conseguir agua y, además, las desalinizadoras son cada vez son más eficaces.
Mientras que las comunidades del litoral mediterráneo -dijo Barreda- tienen una alternativa para abastecerse de agua, Castilla-La Mancha no tiene salida al mar.
Sobre si se logrará poner fin al trasvase Tajo-Segura en el año 2015 como ha pedido Castilla-La Mancha, José María Barreda, indicó que «va a ser la demanda y el uso que los castellano-manchegos hagamos del agua lo que hará acabar con el trasvase«.
Recordó en este sentido que la Ley del Trasvase da prioridad a la cuenca cedente en el uso del agua, un bien necesario para seguir creciendo, por lo que no puede aceptar que «el agua sea un factor que limite nuestro desarrollo».
«El desarrollo sostenible de Murcia -insistió el presidente Barreda- no puede estar basado en un recurso escaso, que les queda lejos y sobre el que tenemos prioridad«.
Preguntado por sus relaciones con la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, el presidente de Castilla-La Mancha dijo que aunque tiene «discrepancias en algunas cuestiones» hay una «colaboración muy eficaz» con el Ministerio.
Recordó la firma, hace dos años, de un convenio para efectuar inversiones hidráulicas en la comunidad, como nunca antes se habían hecho», por encima de la media nacional por habitante.
Sobre la campaña de la vendimia y los temporeros que trabajan ilegalmente, Barreda dijo que este año se han hecho más del doble de contrataciones que en 2006, más de catorce mil, aunque reconoció que se ha de mejorar en las condiciones laborales de la mano de obra inmigrante.
De cualquier forma, dejó claro que «no le gusta que se criminalice a todos el sector», dijo en defensa de aquellos viticultores que tienen a sus temporeros en regla.