La portavoz del Grupo Parlamentario Popular en las Cortes, Ana Guarinos, calificó el acuerdo del Consejo de Ministros mediante el cual se autoriza un nuevo trasvase de 31,4 hectómetros cúbicos para regadío, del ejemplo más claro de «falta de firmeza» y «debilidad» del Gobierno de José María Barreda frente al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en materia de agua.
«Esta nueva decisión del Consejo de Ministros no hace sino confirmar la falta de peso específico del Gobierno de Castilla-La Mancha en decisiones tan importantes para los castellano-manchegos como las relativas al agua, pese a los intentos desesperados de José María Barreda de aparentar lo contrario», aseguró la representante del PP en nota de prensa.
Según Guarinos, «esta situación tiene su origen en la falta de criterio propio y de firmeza en las decisiones que desde la presidencia de la Junta de Castilla-La Mancha se han ido adoptando por el Gobierno Socialista en relación con este tema, encaminadas a defender los intereses partidistas del Gobierno regional y no los intereses de todos los castellano manchegos».
Así, la portavoz ‘popular’ recordó que en el año 2001 Barreda defendió el Plan Hidrológico Nacional, «porque era bueno para Castilla-La Mancha» y, ante los cambios producidos en la política nacional en marzo de 2004, «comienza a someterse a los dictados de la ministra Cristina Narbona y de Zapatero, apoyando la derogación del trasvase del Ebro».
Guarinos consideró que con esta actitud, el Gobierno regional ha puesto en peligro el Estatuto de Autonomía aprobado en enero, «siendo la autorización de este nuevo trasvase para regadío un claro ejemplo de ello y de la falta de peso específico que Barreda tiene en el conjunto de España, de la política nacional y de su propio partido».
Finalmente, la portavoz del PP pidió a José María Barreda que «deje de una vez de pensar en sus intereses políticos y comience a estar a la altura de los castellano manchegos, defendiendo el juramento que hizo ante las Cortes regionales».