La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona , atribuyó ayer al exceso de construcción parte de la responsabilidad de las recientes inundaciones en la Comunidad Valenciana y rebatió las críticas vertidas contra la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) en relación a la falta de limpieza de cauces y barrancos.
«La media gastada en la anterior legislatura (por el Gobierno central) en limpieza y conservación de cauces en la Comunidad fue de 450.000 euros anuales. En ésta, han sido 5,8 millones de euros anuales», dijo en la ciudad de China oriental de Dongying, donde participa en el primero Foro Chino-Español del Agua.
Pero esa inversión, precisó, no basta para evitar los daños si las administraciones responsables de la ordenación del territorio y de urbanismo siguen «colmando» el territorio, lo que dificulta la absorción de la lluvia y la obligan a buscar los cauces fluviales.
«Estamos concentrando en grandes riadas lo que antes se esparcía por todo el territorio», apuntó, y recordó que, además, «la lluvia caída los pasados días 11 y 12 en la Marina Alta supone el doble del valor más alto histórico en la zona».
La titular de Medio Ambiente confió en que las inundaciones, que causaron la muerte a una anciana y cuantiosos daños materiales, hagan reflexionar a los gestores del territorio a la hora de enfocar «adecuadamente el futuro» en esta materia.
En ese mismo sentido se expresó también ayer el delegado del Gobierno en la Comunidad, Antonio Bernabé , según el cual el «sentido común» debe hacer «repensar este tipo de modelo urbanístico» de construir «a veces completamente encima del cauce», por donde «más tarde o más temprano vuelve a pasar el agua». Bernabé hizo esas declaraciones en Calpe, durante un recorrido por los municipios más afectados por las lluvias en la Marina Alta.
De la misma manera, el catedrático de Análisis Geográfico Regional y responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante (UA), Jorge Olcina, secundó a Narbona y a Bernabé al situar parte de la responsabilidad de lo ocurrido en la «mala ordenación del territorio» y la «falta de respeto al medio ambiente».
En su opinión, los municipios del litoral mediterráneo deben respetar las zonas inundables y, en los casos en que se haya construido indebidamente, deben «adaptarse» a precipitaciones en torno a los 300 litros por metro cuadrado en 24 horas, que deben catalogarse como «normales» en este área. No obstante, reconoció que el temporal vivido estos días al norte de Alicante ha sido el más importante desde noviembre de 1987
Según el experto, lo importante es adaptarse a estas condiciones y llevar a cabo actuaciones para reducir el riesgo», como canalizaciones y colectores. «Se ha construido mucho y en zonas de aguas pluviales inundables, lo cual ha hecho que en esta ocasión los efectos hayan sido tan graves», dijo Olcina.