La Confederación Hidrográfica del Segura está creando una base de datos «sobre usos privativos restantes de aguas públicas anteriores a 1986 en la Cuenca del Segura consolidados pero aún no reconocidos y/o inscritos».
Así reza en una resolución del citado organismo de cuenca que se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE)de ayer lunes. Para ser exactos, dicha resolución es una licitación para contratar la asistencia técnica «para la recopilación, comprobación e introducción en un sistema informático» de los datos antes mencionados.
La realización de este estudio tiene notable importancia, al menos visto desde la parte manchega de la cuenca pues, como es sabido, Castilla-La Mancha ha sido siempre mur beligerante, a la hora de exigir el control de todos los usos y aprovechamientos reales en la cuenca del Segura.
Según un estudio realizado por la Diputación Provincial de Albacete en el año 2005, usando técnicas de teledetección por satélite, el agua que se usa en la región de Murcia y en la Vega Baja del Segura es de 1.722,5 hectómetros cúbicos, por encima de las dotaciones establecidas en el Plan Hidrológico de Cuenca del Segura que, precisamente, se encuentra en proceso de revisión.
Para ser exactos, y según dicho estudio, la superficie regada sólo en la Región de Murcia sería de 225.356 hectáreas cuando, oficialmente, sólo habría 193.907. Por eso, Castilla-La Mancha siempre ha insistido en el control de todos los usos y aprovechamientos, especialmente los que se benefician de los caudales derivados por el trasvase Tajo-Segura.
En lo tocante al estudio objeto de la licitación publicada en el BOE, señalar que el presupuesto base de licitación es de 709.280 euros, y el plazo de ejecución es de 18 meses.