El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, aseguró ayer que tanto él como su homólogo murciano, Ramón Luis Valcárcel, han pedido al PP que incluya en el programa electoral la reivindicación «histórica» del trasvase del Ebro, así como el mantenimiento de las transferencias de agua Tajo-Segura y Júcar-Vinalopó.
Julia Ruiz, Valencia Camps se reafirmó en sus peticiones hídricas durante la presentación de la conferencia que Valcárcel dio en Valencia invitado por el Club de Encuentro Manuel Broseta bajo el título La colaboración interautonómica. Un factor estratégico para España. El encuentro entre ambos mandatarios, que han hecho del trasvase del Ebro el elemento principal de su discurso político, tuvo lugar en un momento de incertidumbre respecto a la posición oficial de la dirección nacional del PP ante una infraestructura que cuenta con el rechazo de los populares de Aragón. La retirada por el PP de una enmienda a los presupuestos del Estado en el que se pedía financiación para el trasvase ha supuesto un disparo en la línea de flotación del Consell, un renuncio que los socialistas han utilizado para evidenciar las discrepancias internas del PP en las políticas hídricas.. Camps quiso ayer acabar con la ambigüedad de la últimas declaraciones de dirigentes populares sobre si Rajoy asumirá o no negro sobre blanco el trasvase del Ebro. No llegó tan lejos como el portavoz del Consell, Vicente Rambla, que el viernes y tras la insistencia de los periodistas aseguró que la obra estaría en el programa, pero al menos dejó claro que presionará para que así sea. A parte del agua, el presidente cito tres cuestiones que Murcia y la Comunitat habían defendido para el documento político: el reconocimiento del aumento demográfico en la financiación, la conexión del AVE entre Alicante y Murcia y recursos en materia de seguridad ciudadana. Valcárcel también habló de agua, pero fue algo más ambiguo que Camps. A preguntas de los periodistas trató de justificar la decisión del grupo parlamentario popular en el Congreso de retirar la enmienda y habló de compromiso de actualizar el PHN, incluyendo la política de trasvases, entre ellas la del Ebro. Para el presidente de Murcia «el agua no va a ser un obstáculo para el desarrollo de nuestras regiones en los próximos años, porque nos asiste la razón». En su intervención, Valcárcel defendió la necesidad de encontrar cauces de participación y trabajo conjunto entre los gobiernos autonómicos, pero «sin crecer unos a costa del otro». Como ejemplo de colaboración puso la mantenida entre la Comunitat y Murcia. No en vano ambos presidentes se han reunido más de 30 veces desde que Camps llegó a la Generalitat. Valcárcel citó como novedades en cooperación entre ambas comunidades las infraestructuras en seguridad. Habló de crear una red de cuarteles con vinculaciones con la policía local. También se mostró interesado por importar el modelo de policía autonómica que pondrá en marcha el Consell Por otro lado, Valcárcel exigió al Ejecutivo central que gobierne «con amplitud de miras y no en virtud de los intereses de unas comunidades frente a otras». Acto seguido esgrimió la lista de agravios comparativos hacia su comunidad, que básicamente coincide con las de Camps: agua, seguridad, financiación e infraestructuras. La cita reunió ayer, además de dirigentes populares -varios consellers, altos cargos, diputados y senadores- a representantes de la economía valenciana, entre otros Manuel Casanova (Club Náutico), Francisco Pons (AVE), José Luis Olivas (Bancaixa), Rafael Aznar (Puerto de Valencia), etc.