El último fin de semana antes de la jornada electoral sirvió a los dos principales partidos, PP y PSOE, para intensificar su campaña de reproches sobre política hídrica en sus mitines electorales.
El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, defendió ayer el compromiso de su partido con el trasvase del Ebro recordando que Rajoy dio el sábado en Zaragoza “el mismo mensaje que dos días antes en Alicante y Murcia: que el agua que sobre del Ebro vendrá a Valencia, Murcia y Almería”
En la misma línea se expresó el cabeza de lista del PP al Congreso por Alicante, Federico Trillo, que se felicitó de que Mariano Rajoy ratificara su promesa de que “el agua del Ebro va a venir a nuestra tierra”.
Desde el PSOE, el también candidato al Congreso por Alicante y ministro de Sanidad, Bernat Soria, acusó al PP de “dar la espalda” a Alicante con su discurso “del pasado” que, según ha dicho, va “en contra de la industria, del turismo y de las posibilidades de los alicantinos”.
También la ministra de Medio Ambiente y candidata número 6 al Congreso por Madrid, Cristina Narbona, acusó al PP de hacer un uso “irresponsable” de las transferencias de agua entre cuencas, cuando “han derogado” ellos mismos el trasvase del Ebro al excluirlo de su programa electoral.
“Ayer, antes de ayer y el otro día hemos escuchado a Rajoy hacer todo un circunloquio en torno al derogado trasvase del Ebro”, criticó Narbona en declaraciones a los periodistas en el Bajo Almanzora.