El Ministerio de Medio Ambiente prevé incrementar el uso de agua regenerada en un 30 por ciento en tres años y pasar de los 450 hectómetros cúbicos actuales a 1.100 hectómetros cúbicos.
Así lo ha indicado hoy el subdirector general de Infraestructuras y Tecnología del Ministerio de Medio Ambiente, Joaquín del Campo, en la jornada técnica ‘Aguas regeneradas, regadío y desarrollo rural’ de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (Fenacore).
De los 3.400 hectómetros cúbicos que se depuran al año procedente de las 2.500 depuradoras que hay en España sólo se aprovechan actualmente el 13 por ciento y el resto se vierte.
Los 450 hectómetros cúbicos regenerados actualmente se utilizan en su mayoría para el regadío y, según el subdirector general de Infraestructuras y Tecnología del Ministerio de Medio Ambiente, en el futuro se continuará utilizando en su mayoría para el regadío.
El catedrático de Ingeniería Ambiental de la Universidad Politécnica de Cataluña, Rafael Mujeriego, ha apuntado que en otros países como Estados Unidos el uso del agua regenerada es más amplio, pero ha apostado por su uso para el campo.
Considera que el uso de agua regenerada puede contribuir a combatir la escasez, ya que el suministro está asegurado, como es el caso actualmente de Barcelona, que el agua del regadío va a la ciudad y desde ella se envía el agua regenerada al campo.
El coste de la regeneración del agua es de seis o siete céntimos el metro cúbico a puerta de la planta, pero su precio aumenta dependiendo del lugar al que se quiera llevar y dependiendo de la infraestructura con la que se cuente.
Con respecto a la calidad, Mujeriego resalta que el agua se realiza en Vitoria, Costa Brava, Canarias y Baleares es casi la misma que la del agua potable.
Admite, sin embargo, que ‘no existe nada regenerado al cien por cien’, pero resalta que tampoco es deseable que fuera destilada.
Para el presidente de Fenacore, Andrés del Campo, el agua regenerada tiene la calidad exigible para el riego, e incluso contiene nitratos y fosfatos que funcionan como fertilizantes.
Del Campo afirma que los regantes apoyan la utilización de estas aguas como una fuente disponible, aunque reconoce que además también es necesaria la puesta en marcha de otras iniciativas.
Entre las infraestructuras que proponen desde Fenacore, destaca sobre todo la de la construcción de los embalses de regulación, ya que creen que serán necesarios para controlar las lluvias torrenciales que fomenta el cambio climático y para conseguir aprovechar este recurso.
Además, Fenacore ha hecho público hoy un paquete de medidas de cara a la próxima legislatura, como agilizar las obras hidráulicas contempladas en el Plan Hidrológico Nacional (PHN) y reforzar el papel del Estado en la planificación hidrológica.
También reclama integrar de forma ‘real y efectiva’ a los usuarios dentro de la planificación, gestión y protección del agua, sin limitar o excluir su participación de los órganos de las demarcaciones hidrográficas o de la Conferencia Sectorial del Agua, tal y como plantea la reforma de la Ley de Aguas presentada el pasado mes de marzo.
Además, considera primordial seguir avanzando en la modernización y consolidación de regadíos hasta la distribución del agua en la parcela, con el fin de garantizar el ahorro de agua y asegurar la finalización de estas obras en los plazos fijados por la Unión Europea (finales de 2008) para poder acceder a las ayudas previstas.