El vicepresidente primero de la Junta de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, aseguró hoy que la región tiene necesidad de crecer en población, en desarrollo económico y en agricultura sostenible «y, para eso, necesitamos más agua de la que necesitábamos antes y tenemos que aprovechar la que tenemos en nuestra tierra» porque no hay otra alternativa.
Lamata agregó que a falta de mar que desalar, «tenemos que coger el agua de donde la tenemos, en nuestras cuencas, y en la cuenca del Tajo tenemos que seguir aprovechando la existente».
Con una pluviometría cada vez más escasa, insistió, «tenemos que aprovechar el agua que tenemos en nuestra tierra».
El también portavoz del Ejecutivo regional hizo estas manifestaciones al ser preguntado por los medios de comunicación sobre las declaraciones del ex presidente del Gobierno, José María Aznar, en las que dijo que no hay alternativas a los trasvases en el tema del agua.
Lamata afirmó que «sí hay otras alternativas y soluciones, y el Levante tiene posibilidades de mantener su desarrollo y seguir creciendo en turismo, población y agricultura con las cuencas que compartimos y, sobre todo, a través de la desalación».
El vicepresidente autonómico recordó que ya se está haciendo una desalación que abastece a distintos territorios del país y que puede incrementarse, «y desde el Ejecutivo castellano- manchego lamentamos que los gobiernos de Murcia y Valencia no hayan facilitado el desarrollo de estas alternativas, porque ya tendríamos muchos más hectómetros cúbicos desalándose y a disposición de la población levantina».
En este sentido, señaló que hay posibilidades de avanzar en este camino y existe un plan que el Gobierno central ha propuesto y el presidente Zapatero ha reiterado: «Hasta 800 hectómetros cúbicos, agua suficiente para abastecer a 10 millones de personas».
En este punto, el portavoz regional se refirió al proyecto de abastecimiento a la Mancomunidad de Aguas de los núcleos próximos a los embalses de Entrepeñas y Buendía, adjudicado ayer por el Ministerio de Medio Ambiente, y que supone una inversión superior a los 40 millones de euros.
En su opinión, hay dos maneras de enfocar el problema de la falta de agua. «Una es con hechos y desarrollo de servicios, con infraestructuras de abastecimiento, depuración y mejora de regadíos, y otra que se empeña en un objetivo insostenible, que es el mantenimiento del trasvase Tajo-Segura a largo plazo», explicó.
Por ello, hizo un llamamiento al PP para que haga «un ejercicio de responsabilidad, de prudencia y de búsqueda de soluciones efectivas para todos». «El Gobierno de Castilla-La Mancha está dispuesto a buscar esos acuerdos, garantizando las necesidades de todos los territorios», apuntó.
Finalmente, Lamata indicó que «hay alternativas razonables y sensatas a los trasvases y Castilla-La Mancha siempre estará dispuesta a compartir soluciones que sean viables en un largo plazo».