El Consejo de Ministros estudiará hoy la propuesta de la Comisión de Explotación del Tajo-Segura de derivar 39 hectómetros cúbicos de agua de la cabecera del Tajo para abastecimiento en Levante, lo que, sin nuevas aportaciones, implicaría llegar a la «línea roja» a partir de la cual no se puede trasvasar.
El Consejo debe decidir sobre el trasvase con los embalses de cabecera del Tajo (Entrepeñas y Buendía) afectados por la peor sequía desde 1912 y con sus reservas tan sólo al 11 por ciento de su capacidad, con 70 hectómetros cúbicos menos que el año pasado por estas fechas.
En semejantes condiciones, la Comisión de Explotación ha propuesto autorizar un trasvase de 39 hectómetros cúbicos, el máximo previsto por la ley que regula el trasvase, que establece que a partir de 240 hectómetros cúbicos no se puede desembalsar agua de la cabecera del Tajo.
El presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, José María Barreda, tildó de «poco seria» esta propuesta aunque afirmó que no será él quien niegue agua a otros españoles. Además aseguró que no acepta que se defienda el trasvase Tajo-Segura y se esté «sin embargo en contra del trasvase del Ebro», una distinción que no le parece «coherente». Además, aseguró que el primero «funciona con tal opacidad» que en su Comunidad se desconoce «a dónde va el agua».
Por su parte, el presidente del Gobierno regional, Ramón Luis Valcárcel, hizo votos para tener pronto un Gobierno central formado que le ilustre sobre «cuándo, de donde y con qué precio» van a llegar los recursos que la comunidad Autónoma necesita para su agricultura y su industria.