La vicepresidenta primera del Gobierno en funciones, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró ayer que la política del agua en Cataluña es igual que en el resto de España y que «ni hay ni habrá trasvase del Ebro», en respuesta a la valoración del Ejecutivo sobre la propuesta de la Generalitat de Cataluña de realizar una trasferencia de agua desde el Segre (afluente del Ebro) hasta el río Llobregat. «El Gobierno no se opone con carácter general a los trasvases. Se opone a los trasvases de agua que resultan insostenibles desde el punto de vista económico, social y medioambiental, como es el caso del trasvase del Ebro, que por cierto ni está ni estará», dijo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. En todo caso, subrayó que seguirán trabajando y colaborando con las instituciones catalanas de la Generalitat para garantizar el abastecimiento de agua potable, utilizando «todos los instrumentos que ya se están utilizando», entre ellos, agua de la desalinizadora de Carboneras.
Por su parte, la ministra de Medio Ambiente en funciones, Cristina Narbona, presentó al Consejo un informe sobre la situación hídrica, que advierte de que la situación en las cuencas internas de Cataluña es «muy delicada» para todos los usos.
Además, el Consejo de Ministros aprobó un paquete de medidas para luchar contra la sequía «histórica» que sufre el arco mediterráneo y las cuencas del Tajo y del Guadalquivir. Los datos de Medio Ambiente ponen de manifiesto que los pasados periodos de otoño e invierno son los más secos de la serie histórica. Así, en las Cuencas del Segura y Júcar, se esperan «importantes restricciones para el regadío», así como en la Cuenca Mediterránea Andaluza, donde además persiste una situación delicada de abastecimiento a población en la ciudad de Málaga. En la del Guadalquivir no se esperan, a día de hoy, problemas para agua de boca.
En todo caso, destacó que la sequía se está dejando sentir, con especial intensidad, en el arco mediterráneo, en la cabecera del Tajo y en la cabecera del Guadalquivir. Por eso, el Consejo ha decidido reservar todos los excedentes de los recursos hídricos de la cabecera del Tajo para atender al abastecimiento humano.
El Gobierno asegura que también ha analizado la «grave situación» de los regadíos en Murcia , pero que garantizar el abastecimiento a las poblaciones sigue siendo el «objetivo fundamental», por lo que es necesario esperar a las precipitaciones que puedan producirse a lo largo de la primavera y la recuperación del sistema de la cabecera del Tajo antes de poder plantear atender otras demandas.
Nuevas crecidas del Ebro
Por otro lado, la crecida del río Ebro alcanzó ayer una cresta de 1.200 metros cúbicos por segundo, aunque no llegó a inundar los terrenos de la Expo de Zaragoza, como se temía en un principio. El nivel del agua desciende progresivamente, aunque se espera otra subida ¥ con punta hoy sábado en Castejón (Navarra), por lo que llegará a la capital aragonesa la noche del domingo. Esta crecida será del mismo nivel que la actual.