Hace una semana, el presidente de la Junta Central de Regantes (Jcrmo), Francisco Belmonte, mostraba un «optimismo escéptico» sobre la revisión del Plan Hidrológico de Cuenca del Júcar. Ayer, sólo se mostraba «escéptico», y sin reservas.
El motivo de este pesimismo fue la celebración en Valencia de una de las comisiones sectoriales convocadas por la Confederación del Júcar (CHJ) como parte del proceso participativo relacionado con la revisión del Plan.
«Es como si hubiésemos vuelto al 1997, no al 2007 -señalaba con desencanto indisimulado- porque han vuelto a salir los debates de entonces; que si USUJdice que Alarcón es suyo, que por qué no se han modernizado aún los regadíos en la cuenca baja, que si el abastecimiento a Valencia, que si la Albufera y, eso si, como hace diez años, vamos a garantizar los caudales medioambientales, pero eso sí, que el esfuerzo de garantizarlos lo haga el Júcar medio, esto es, la Mancha Oriental».
Belmonte dijo sentirse «muy cansado» de la reaparición «de las eternas posturas irreconciliables» en medio de un proceso tan complicado como la revisión del Plan de Cuenca, que cuenta con «muchísimos más actores» que hace diez años.
«Justo antes de celebrarse nuestra comisión sectorial, fue la de los ecologistas y las ONG -indicó el presidente de la Jcrmo- y lo que salió fue, entre otras cosas, la afirmación de que sobra el 50% de los regadíos actuales».
Belmonte declinó pronunciarse sobre semejante petición, «porque en estos momentos, tenemos una lista de supuestos temas importantes, que ya tiene 52 puntos; pero si juntas las alegaciones que vamos a presentar los que estamos en cada comisión, nos vamos a ir al doble, como mínimo, luego cribarlos, detallarlos, debatirlos, más alegaciones a un plan que, por sí mismo, es más que complejo, yo no sé como lo verán los demás, pero llegar a 2008 con un texto consensuado, como no nos lo consensúe Madrid o Bruselas por real decreto, dudo mucho que esté todo a tiempo».
En otro orden de cosas, el presidente de la Junta Central de Regantes se refirió a la tercera Oferta Pública de Adquisición de Derechos del Agua, la popularmente conocida como ‘OPA del agua’. Según indicó «ayer, a primera hora, la cosa estaba ya bastante animada, se habían ofertado derechos equivalentes a 11,8 hectómetros cúbicos de agua».
A este ritmo, consideró «un objetivo razonable» llegar a un ahorro de 30 hectómetros cúbicos. Si se juntan con los 46 del primer plazo -en el segundo, sólo se ofertó un hectómetro- se obtendría un ahorro bastante razonable.
«Estamos llamando a los posibles interesados, uno por uno -explicó- y además, les mandaremos un correo certificado; no queremos que quede nadie sin saber de esta oferta; también estamos intentando que la gente que ya tiene cultivos ya sembrados sufra lo más mínimo, aunque es una tarde muy difícil, tal y como está el río».
En estos momentos, «es vital para nosotros evitar que el río se seque en nuestro tramo, porque si eso se produce, nadie se va acordar de la sequía, sino de nosotros».
En este sentido, Belmonte recordó que Alarcón ha vuelto a reducir sus reservas, con unas entradas de 800 litros por segundo y unas salidas de 2.000, por lo que se está estudiando dar 400-500 litros al río aprovechando derechos de agua que se hayan cedido «y lograr que el cauce no se seque sí que sería un éxito sólo nuestro».