Desolador. El adjetivo define a la perfección la imagen que ofrece el embalse de Alarcón que en estos momentos sólo se encuentra a un 6% de su capacidad. Y es que de los 1.118 hectómetros cúbicos de capacidad, únicamente tiene embalsados 67,09 hectómetros y de ellos casi la mitad no son útiles. Eso a pesar de que, el último parte del estado de los embalses de la Confederación del Júcar, de ayer apunta que el de Alarcón ha ganado 1,58 hectómetros cúbicos en la última semana.
«Que el agua no llegue a las compuertas del pantano lo dice todo» explicaba ayer a pie de Alarcón el presidente de la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental, Francisco Belmonte.
Pero para hacer frente a la difícil situación que se avecina si las lluvias no llegan, Belmonte apeló al consenso y al esfuerzo de todos, regantes albaceteños y valencianos, pero también al Ayuntamiento de Albacete. Y es que la Administración local tiene mucho que aportar en este sentido, sólo con acceder a la petición de la Confederación para que vuelva a tener operativos los pozos subterráneos para el abastecimiento de la capital.
Pozos de abastecimiento
Belmonte indicaba que «suponiendo que sacase la mitad de agua de los pozos durante los próximos cinco meses se podrían ahorrar unos tres hectómetros cúbicos, ya que el Ayuntamiento puede necesitar en ese tiempo unos seis hectómetros cúbicos». Un volumen de ahorro pequeño pero que «ayuda» y que se sumaría a lo que ya se ha conseguido ahorrar con las dos Ofertas Públicas de Adquisición de Derechos de Uso de Agua ya cerradas y a la tercera que se cerrará mañana.
Tampoco olvidan que la Generalitat Valenciana no ha hecho sus deberes y no ha modernizado sus regadíos tal y como se comprometió en el año 97. De haberlo hecho sólo entre los años 2003 y 2006 se podrían haber ahorrado más de 500 hectómetros cúbicos que habrían pasado a engrosar las reservas de Alarcón
Pero la prioridad de los regantes de la Mancha Oriental hoy por hoy es evitar a toda costa que el Júcar se seque. En ello han puesto todo su empeño tal y como reiteraban ayer tanto Belmonte como el secretario de la Junta Central, Herminio Molina, en un recorrido por el río Júcar que se inició en Cuasiermas, continuó por Tarazona de la Mancha para conocer cómo riega una Sociedad Agraria de Transformación, para proseguir en Alarcón y comprobar in situ que el embalse se encuentra al nivel más bajo de su historia.
La visita concluyó en la Rápida de Belmontejos, cerca del término conquense de Olivares del Júcar, donde confluyen el agua del río y la procedente del Trasvase Tajo-Segura. «es lo que más me ha impactado, el poco caudal del Júcar ahí con poco más de tres metros y con un agua que está casi estancada mientras que el trasvase ofrece una impresionante cascada en proporción».
Esta mañana está previsto que los regantes de la Mancha Oriental se reúnan con los que toman agua directamente del río (no están adscritos a la Junta Central) para ayudarles a planificar los turnos de riego y evitar que el episodio que se produjo la pasada semana dejando seco el río a la altura de Cuasiermas vuelva a repetirse. Ayer por Cuasiermas el agua bajaba a razón de unos 3 metros cúbicos por segundo.
Desde la Junta Central de Regantes reiteraron que están haciendo todo lo que está en sus manos para llevar a cabo una buena gestión. Prueba de ello es que el Ministerio de Medio Ambiente reconoce en su informe Gestión de la sequía, que el acuífero de la Mancha Oriental es una de las únicas cuatro masas de aguas subterráneas de todo el país que han incrementado su recarga en estos últimos años de sequía.