Las lluvias de abril no han aliviado uno de los grandes problemas del sector agrícola de la provincia, la sequía. La cuenca del Júcar presenta mínimos alarmantes en los 8.109 Km2 que ocupa en la provincia de Cuenca. Los recursos hídricos del Alto Júcar y Alto Cabriel se encontraban a principios de marzo en nivel rojo de emergencia. Según los baremos que se utilizan para las mediciones de la sequía, esta situación se establece cuando las reservas de agua están por debajo del 0,15 durante dos meses. Por su parte el Alto Guadiana registra una situación de prealerta, según los indicadores que se aportan desde la Confederación Hidrográfica del Guadiana..
Por ello, ASAJA Cuenca recuerda que la cosecha de cereal puede verse muy afectada si la situación de sequía continúa en estos niveles sin que se ponga en marcha ninguna medida de choque. De hecho, ASAJA Cuenca denuncia que las pérdidas ya han comenzado, y se estima que las cosechas se han visto afectadas a más del 50 por ciento en algunas zonas de la provincia. Las comarcas de la Mancha Alta y Baja, La Alcarria, la Serranía Media y parte de La Manchuela son las comarcas que más están padeciendo las consecuencias de la falta de lluvias. De continuar esta tónica, los agricultores sufrirán una disminución de las expectativas de ingresos que afectarán significativamente la rentabilidad de sus explotaciones. En los casos más drásticos, la llegada de las ansiadas lluvias no remediará los daños en cultivos de cereal que ya son irrecuperables.
El sector agropecuario afronta, además de la sequía, el aumento de los costes de producción. La subida de los precios de fertilizantes y el carburante afectan de forma directa a la rentabilidad del sector. Especialmente significativo es el aumento del gasóleo en más de un 33 por ciento en el último año. Si en marzo de 2007 se pagaba 0,62 euros por un litro, hoy cuesta algo más de 0,85. Una subida que, sumada al del resto de derivados del petróleo (fertilizantes, plásticos, envases…), pone en serias dificultades a numerosas explotaciones agrarias.
En este sentido, ASAJA Cuenca recuerda que los agricultores afectados por la sequía tendrán además que afrontar las pérdidas que ya está ocasionando la falta de agua con la incertidumbre de no saber a qué precio podrán vender el producto final. Precios, que en muchas ocasiones ponen en peligro la rentabilidad del agricultor, ya que se establecen por debajo de los costes de producción.
Por todo ello ASAJA Cuenca recuerda que el campo no puede aguantar ¡Ni un minuto más! esta situación. Por estas y otras problemáticas, los agricultores y ganaderos de la provincia están convocados por ASAJA Cuenca a defender sus derechos en la manifestación del próximo 17 de mayo en Toledo.