Los datos no pueden ser mejores. El presidente de la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental (JCRMO), Francisco Belmonte, indicó ayer que las lluvias que se han registrado en lo que va de mayo van a traducirse en un ahorro de unos 50 hectómetros cúbicos, ya que han coincidido con la época de mayores extracciones por la confluencia de los cultivos de primavera y verano.
Explicó que en los últimos 15 días han dejado de salir del acuífero 35 hectómetros cúbicos de agua, que se sumarán a otros 15 hectómetros a lo largo de esta semana. Una cantidad que, según afirmó, es «importantísima», y que se añade a los recursos que están entrando al embalse de Alarcón, que ha mejorado sustancialmente su capacidad.
El máximo representante de la JCRMO subrayó que esta situación «no significa que se vayan a levantar las restricciones» ya que la gestión prevista «es la misma», pero indicó que las precipitaciones que se han contabilizado, con una media de 80 litros por metro cuadrado en la provincia de Albacete, van a beneficiar a los agricultores y contribuirán a alejar el fantasma de un Júcar seco este verano.
En el mismo sentido se pronunció el delegado provincial de Agricultura, Manuel Miranda, quien recordó la importancia de unas lluvias que podrían seguir cayendo en los próximos días y que, según dijo, vienen a paliar los daños que la sequía estaba originando en los cultivos de la zona sur y sureste de la provincia, donde según explicó «se han recuperado mucho las siembras».
Miranda comentó que ha llovido «mucho y bien» y que esto va a permitir un desarrollo óptimo del cereal, cuya cosecha se iniciarán dentro de pocas semanas, así como de cultivos leñosos como el almendro, el viñedo o el olivar.
Desde el 8 de mayo, las precipitaciones recogidas en Albacete capital han sido de 81 litros por metro cuadrado, con 66,2 litros por metro cuadrado en Hellín y Almansa; 52 litros por metro cuadrado en Villarrobledo o los 82 litros por metro cuadrado registrados en Motilleja.
No obstante, en este periodo también se han producido tormentas con granizo que han afectado a zonas concretas como la pedanía de Las Minas en Hellín o Santa Ana y Argamasón en Albacete, cuyos daños aún están siendo evaluados por los técnicos de Agricultura.