Andris Piebalgs, comisario de Energía, aprovechó ayer su visita a Madrid por el Congreso Mundial del Petróleo para reunirse con el ministro de Industria, Miguel Sebastián, y exigirle un calendario concreto de apertura del mercado.
Andris Piebalgs, comisario europeo de Energía, pasó ayer fugazmente por el XIX Congreso Mundial del Petróleo en Madrid, donde tuvo oportunidad de saludar a decenas de altos ejecutivos de la industria petroquímica. Pero en su apretada agenda tenía una cita más acuciante: reunirse, por la tarde, con el nuevo ministro de Industria, Miguel Sebastián. Es la primera entrevista de Piebalgs con Sebastián, que se estrenó en su cargo hace escasamente tres meses.
Fuentes cercanas a Piebalgs aseguran que el asunto prioritario que quería tratar el comisario europeo con el ministro es conocer de primera mano los planes del Gobierno español con respecto a la liberalización total de las tarifas eléctricas. Legalmente, las tarifas de alta tensión se liberalizan hoy.
La alta tensión es la que usa la gran industria, que se queja de la subida que supondrá la liberalización, un efecto que también podría producirse cuando se liberalicen las tarifas domésticas, o de baja tensión. Es aquí donde Piebalgs entiende que España tiene su gran problema.
Una directiva de 2003 obligaba a todos los países a liberalizar totalmente las tarifas eléctricas a partir de julio de 2007. España, como algún otro países del arco mediterráneo (Francia y Portugal) no ha cumplido con ese calendario, y lo que es peor, el Gobierno parece anclado en la regulación.
Para el tercer trimestre del año las tarifas seguirán reguladas. El Gobierno ha propuesto una subida media de la luz del 5,6%. Es decir, los precios siguen determinándose a través del Boletín Oficial del Estado (BOE). España, entre otros procedimientos de infracción, ya tiene uno abierto por no liberalizar totalmente los precios.
Este expediente podría desembocar en sanciones y finalmente en una denuncia en el Tribunal de Luxemburgo. Los colaboradores de Piebalgs explican que el comisario es consciente de que una liberalización de la noche a la mañana de los precios, artificialmente bajos en España, sería inasumible socialmente, porque implicaría subidas drásticas en el recibo de la luz.
Bruselas está dispuesta a asumir que España proponga una liberalización progresiva. Pero ésta tiene que ser concreta y con un calendario específico, precisamente lo que no se ha establecido hasta ahora. El anterior ministro de Industria, Joan Clos, hizo caso omiso al planteamiento de Bruselas, explican desde el gabinete de Piebalgs. Piebalgs quiere un calendario concreto que además no sea muy dilatado en el tiempo.
Sebastián se enfrenta a una decisión política de enorme magnitud. La Comisión Nacional de Energía (CNE) considera que la subida del tercer trimestre no es suficiente. Sebastián ha asegurado que en el cuarto trimestre no habrá más subidas. A partir del 1 de enero, por tanto, sólo queda o liberalizar precios o subir las tarifas de nuevo vía BOE.
Por otra aparte, Neelie Kroes, comisaria de Competencia, durante su comparecencia en la Comisión Nacional de Competencia, ayer, dijo que los temas principales que se deben abordar son los cárteles, informa J.M.López. “En Bruselas intentamos abordar esto porque es una manzana podrida en la caja que perjudica a los buenos”. Merece la pena “investigar a fondo la energía”, dijo Kroes, porque en este sector no se están siguiendo las normas de la Competencia.
Más renovables, más rápido
El ministro de Industria, Miguel Sebastián, aprovechó su comparecencia en el WPC para instar a la UE a diseñar un “abanico de medidas” para reducir el consumo de crudo, que, en su opinión, implicaría un adelanto en la estrategia comunitaria de conseguir que el 20% de la energía primaria en 2020 provenga de fuentes renovables, ya que resulta “insostenible” que países como España consuman 400 millones de barriles de crudo al año, porque provoca un déficit de 15.000 millones en la balanza comercial.
Desde Dinamarca, el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, se desmarcó de un posible debate nuclear en su partido, al afirmar que “si no decidimos hacer el esfuerzo por las renovables y aceptamos la nuclear, no haremos el esfuerzo por la energía del futuro”.