La razones todavía no explicadas por parte del Consejo de Ministros, que ha dejado el desembalse del Tajo al Segura en el atolladero, han tenido respuesta a través del presidente socialista de Castilla-La Mancha , José María Barreda, quien ha revelado que el nuevo envío de agua no se ha autorizado debido a sus gestiones políticas. Barreda declaró el viernes a ABC, en el transcurso del Congreso Federal del PSOE, que no ha habido trasvase «porque la vicepresidenta Fernández de la Vega se había comprometido conmigo a estudiar el asunto en profundidad y ha entendido nuestras razones».
El presidente castellano manchego mostró su doble satisfacción por este compromiso de De la Vega, que tuvo después su reflejo en la reunión del Consejo de Ministros, en la que el envío de agua a la cuenca del Segura «no estaba en el orden del día» en contra de lo previsto.
La Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura, reunida el pasado lunes, propuso sobre la base de criterios técnicos, que se podían enviar 35,5 hectómetros cúbicos para los regadíos, además de otros 4 para completar los abastecimientos del verano. La Comisión hizo una interpretación muy prudente de las reglas de explotación del acueducto, dado que legalmente podía haber propuesto un desembalse de 69 hectómetros -a razón de 23 por mes- a la vista de los excedentes almacenados en los pantanos de la cabecera del Tajo. El Sistema Entrepeñas-Buendía almacena más de 390 hectómetros, de los que 150 se consideran excedentarios con la legislación actual. Esto hace que el desembalse que ayer no se atrevió a estudiar el Consejo de Ministros tenga pleno respaldo legal y técnico.
Razones políticas
Tras la confesión de Barreda, las razones políticas parecen haber pesado más que las técnicas para dejar el nuevo desembalse en dique seco. El Gobierno murciano calificó de «vergüenza» este aplazamiento. A juicio del consejero de Presidencia, el PSOE ha preferido tener un Congreso tranquilo y anteponer sus intereses partidistas al bien común.
El compromiso que arrancó José María Barreda a De la Vega abre además la posibilidad de que el Consejo de Ministros recorte el envío de agua.
Mientras tanto, los caudales del Tajo para abastecer a la población se están transportando a través del acueducto. Éstos no necesitan autorización del Consejo de Ministro porque se compraron a Aranjuez a través del decreto que autoriza los intercambios de derechos de agua. Un agua que resulta casi tres veces más cara con esta fórmula que si se hubiera derivado a cargo de los sobrantes de la cabecera, ya que hay suficiente para atender todas las demandas.