El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), Andrés del Campo, instó hoy a la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, a que solicite ante la Comisión Europea la aplicación de un tipo reducido de IVA en el suministro de electricidad para los regadíos.
Este requerimiento por parte de Fenacore se produce a tan solo un mes y medio de que entren en vigor las nuevas tarifas eléctricas para regadío aprobadas por el Ministerio de Industria, quien aplazó hace un año su entrada en vigor, hasta julio de 2008.
En este sentido, la Federación considera que su aplicación puede frenar el proceso de modernización de regadío, con el consiguiente ahorro de agua que conlleva, ya que supondrá un encarecimiento de la factura eléctrica de entre un 20 y un 40% en función las distintas zonas regables.
Del Campo explicó que actualmente las comunidades de regantes no están sujetas al pago del IVA, con lo cual no pueden repercutirlo a sus comuneros y deben soportarlo como usuario final, lo cual supone el encarecimiento de la energía eléctrica y un freno para las obras de modernización de regadíos.
Por todo ello, Fenacore recomienda aplicar al suministro de energía eléctrica para las comunidades de regantes el tipo superreducido del 4%, por considerar que este tratamiento fiscal podría permitir la obtención de las devoluciones de IVA con periodicidad mensual en lugar de anual, como ocurre en el régimen general; y manteniendo, en todo caso, «como peor posibilidad», la aplicación del tipo reducido del 7% que también contempla la directiva europea.
La Federación recordó que la Unión Europea fija ciertos tipos de IVA reducido para determinadas operaciones vinculadas a la producción agraria, atendiendo a su naturaleza de bienes de primera necesidad. Estos tipos reducidos se pueden aplicar a los productos alimenticios, el suministro de agua y el suministro de bienes y servicios utilizados normalmente para la producción agraria.
Asimismo, Fenacore considera que las operaciones realizadas por las Comunidades de Regantes encajan en estas categorías ya que los modernos sistemas de regadío, cada vez más utilizados, necesitan del suministro de la energía eléctrica para la producción agraria. Es el caso de los regadíos localizados (41,6%), por aspersión (15%), por sistema automotriz (7,6%) o por gravedad (35%), que requieren elevar las aguas o emplean la energía eléctrica al modernizarse.
Por este motivo, la Federación Nacional de Regantes solicitó la aplicación del IVA reducido tomando como antecedente inmediato el caso de Italia, donde la Comisión Europea autorizó gravar con un tipo reducido los suministros eléctricos para la explotación de instalaciones de regadíos, bombeo y evacuación de agua de los consorcios de riego, entidades de derecho público similares a las comunidades de regantes españolas.
Finalmente, Del Campo aseguró que el mantenimiento de las tarifas específicas de riegos de alta y baja tensión así como la reducción del IVA alentarán el proceso de modernización y transformación de los sistemas de riego de superficie o gravedad -de coste energético casi despreciable- a otros sistemas de riego por presión.