Algunas de las pedanías de Albacete beberán pronto agua del río Júcar, igual que lo está haciendo la capital desde abril del 2003 que fue cuando entró en funcionamiento la famosa traída de aguas del Júcar.
La Junta de Comunidades ha terminado ya de construir las conducciones que dotarán de este servicio a las pedanías del sureste de la capital, en concreto, El Salobral, Santa Ana, Aguas Nuevas, Los Anguijes y Argamasón.
Ahora sólo falta ponerlas en marcha y empezará a gestionar dicha infraestructura, una tarea que recaerá en el Ayuntamiento de Albacete, a la vista del texto del convenio que el consistorio firmará en próximas fechas con la Consejería de Ordenación del Territorio y que hoy será estudiado en la Comisión de Infraestructuras.
Casi diez años
Hace ya casi una década que empezó de hablarse del abastecimiento a estas pedanías. Aunque el proyecto oficial no fue presentado hasta el 2003.
Valorado en 11,2 millones de euros, consistía en construir una red de 73 kilómetros de tuberías para llevar el agua del Júcar, que nos llega por el trasvase Tajo-Segura, hasta estas cinco poblaciones y otros núcleos vecinales entre los que se incluían la urbanización de Aguasol y la base aérea de Los Llanos, además de a Chinchilla. En total, unos 20.000 habitantes. Sin embargo, hasta el año 2005 no se adjudicó esta obra. La empresa Sacyr fue que se llevó el contrato y el presupuesto se rebajó a 7,2 millones de euros. El trazado kilométrico de las tuberías afectó a 400 propietarios, a los que hubo que ocuparles los terrenos para realizar las obras correspondientes. La previsión es que a primeros del 2007 la obra estará en marcha. Como suele ser frecuente, esta infraestructura pública llegará con retraso, pero llegará.
Ahora, con la obra de abastecimiento terminada, la Junta de Comunidades se ha puesto en contacto con el consistorio de la capital para que se responsabilice de su mantenimiento, explotación y gestión. Los informes municipales son favorables, por tanto, sólo resta aprobar el correspondiente convenio.
De esta forma, los vecinos de El Salobral, Santa Ana, Aguas Nuevas, Los Anguijes y Argamasón dejarán de beber agua de los pozos y verán como por sus grifos comienza a llegarles agua del río Júcar, correspondiente al metro cúbico por segundo que el Plan Hidrológico del Júcar reserva para garantizar que la ciudad de Albacete siempre estará abastecida.