En total, el agua acumulada en las cuencas españolas alcanza los 23.175 hectómetros cúbicos, 1.466 menos que el pasado año y 2.328 menos que la media de los últimos 10 años, según datos facilitados por el Ministerio de Medio Ambiente.
Por cuencas, la del Ebro (-120 hm³) es la que más ha disminuido su reserva, situándose al 54,4 por ciento de su capacidad total.
Los mayores caudales se encuentran en los embalses del Norte II (Asturias y Cantabria), que están al 72,6 por ciento; las cuencas internas del País Vasco, al 76,2 por ciento; las del Norte III (País Vasco excepto sus cuencas internas), que caen al 66,2 por ciento; la Norte I (sur de Galicia y norte de León), que disminuye al 53,5 por ciento; Galicia Costa, que baja al 53,4 por ciento; las cuencas internas de Cataluña, que se sitúan al 54,2 por ciento y la cuenca del Duero, al 51,6 ciento.
Ya por debajo del 50 por ciento se encuentra la cuenca del Guadiana (Castilla-La Mancha y Extremadura), al 44,6 por ciento; la cuenca del Tajo, al 41,9 por ciento; la cuenca del Guadalquivir, al 31,8 por ciento de su capacidad total; y la Cuenca Atlántica Andaluza al 30 por ciento.
En situación más crítica permanece la cuenca Mediterránea Andaluza, al 21,7 por ciento; la del Júcar, al 21,2 por ciento y la del Segura, que está al 14,5 por ciento.
Los embalses de las cuencas españolas pueden acoger un total de 54.308 hm³, aunque la cantidad de agua embalsada es de 23.175 hm³. De éstos, 17.646 hm³ corresponden a las cuencas de la vertiente atlántica y 5.529 hm³ a las de la vertiente mediterránea.