Representantes de la Confederación Hidrográfica, administraciones públicas, regantes, ecologistas, universidades y tres regiones distintas estudiaron el modelo Mancha OrientalE. FERNÁNDEZ
La Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental reunió ayer en el salón de actos de la CCM a casi todos los estamentos que tienen algo que decir sobre el agua para debatir sobre el modelo de gestión seguido en el acuífero 18.
Al margen de las naturales diferencias, de técnicos a ecologistas, de aragoneses a valencianos, de la Confederación del Júcar a la Junta de Comunidades, todos los presentes reconocieron que gestionar cualquier tipo de recursos hídricos es imposible sin los propios usuarios.
«La clave es que los usuarios deben implicarse en la gestión, no hay otra solución», afirmaba José Albiac, del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) quien comparó los resultados obtenidos en la Mancha Oriental (acuífero 18), donde sí hay ese implicación, con los de la Mancha Occidental (acuíferos 23 y 24).
«En la Mancha Oriental se ha logrado frenar y estabilizarel acuífero, lo que no se ha conseguido aún en la Mancha Occidental», afirmó, «porque los recursos disponibles son de 320 hectómetros anuales, mientras que las extracciones están en torno a las 400, mientras que en el acuífero 23, las extracciones son de 600 hectómetros, mientras que los recursos disponibles son de 350».
Esta afirmación suscitó dos réplicas. La primera, por parte de Francisco Martín de Santaolalla, ex-presidente de la Jcrmo y profesor de la Universidad Regional, quien señaló que, según los últimos datos, la extracción real en la Mancha Oriental «está por debajo de los 400 y se acerca a la realidad».
Por su parte, el gerente del Consorcio del Plan Especial del Alto Guadiana (PEAG), Enrique Calleja, también ejerció su turno de réplica, para indicar que, actualmente, no se extraen 600 hectómetros cúbicos de la zona «porque de ser así, el acuífero 23 ya no existiría».
No obstante, los tres coincidieron en señalar que esa implicación es el rasgo distintivo de la Mancha Oriental, algo que también subrayó el director de la sección de Teledetección del Instituto de Desarrollo Regional (IDR), Alfonso Calera Belmonte.
«La tecnología está ahí, hemos avanzado mucho en la tecnología de teledetección -destacó- pero todo eso no sirve de nada sin el usuario, ahí es donde se encuentra el verdadero logro de la Mancha Oriental, la cooperación entre usuarios y administraciones».
De hecho, ésta fue la razón por la que la Jcrmo nació en los años 90 como corporación de derechos público adscrita a la Confederación Hidrográfica del Júcar pues, según su secretario, Hermino Molina, «eso nos ha permitido tener un jurado de riegos, y poder diseñar y aplicar nuestros propios planes de explotación».