Con el susto aún reciente, a causa del subidón histórico del paro, la directiva provincial de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) recordó ayer en rueda de prensa que el sector está con el agua al cuello y que, sólo en trabajadores asalariados, viven de él entre 10.000 y 12.000 albaceteños y albaceteñas.
A esta cifra, habría que sumar los autónomos, que suman entre 2.000 y 3.000 personas, los jornaleros -20.000 en toda la región y sólo para la campaña de la vendimia- y los empleos indirectos en empresas que, perteneciendo a otros sectores, venden bienes y servicios a los agricultores y ganaderos, como las químicas, los fabricantes de bienes de equipo o los transportistas autónomos.
«Por poner un ejemplo claro, el 60% de la actividad del transporte en esta provincia depende de los agricultores y ganaderos -recordaba ayer el presidente de Asaja, José Pérez Cuenca- y es porque seguimos siendo el primer sector económico provincial, le pese a quien le pese, así que si nos hundimos, miles de personas se van al paro, y no sólo en el campo».
Ante esta situación, los integrantes de Asaja remarcaron que las gentes del campo harán todo lo que esté en su mano para mantener la actividad, porque de este envite dependen muchas más cosas como, literalmente, el mantenimiento de numerosos núcleos de población y comunidades rurales. Pero también advirtieron que lo tienen cada vez más difícil y se sienten cada vez más solos.
«Siempre ha habido sectores en crisis -señalaba Pérez Cuenca- pero siempre había algún otro sector que iba mejor así que, como todo el mundo producía varias cosas diferentes, íbamos tirando. Pero este año es el primero que todos los sectores están fallando a la vez, estamos vendiendo todo por debajo de costes».
ejemplos concretos. El presidente de Asaja puso varios ejemplos. El coste de producción de la cebada, según sus datos, está a 27 pesetas y se compra a 20, mientras que el maíz se produce a 30 y se compra a 23. «Además -destacó- casi no hay operaciones, porque los puertos están saturados de partidas procedentes delMar Negro, de Francia o el Reino Unido».
En cuanto a los inputs, la situación tampoco es mejor. Los piensos para el ganado ya doblan el precio de la cebada (están a 45-50 pesetas); los fertilizantes y el gasóleo siguen sin bajar de forma proporcional al precio del petróleo y, en cuanto a la electricidad, y según cálculos de la propia organización, hay regantes que se van a encontrar con subidas de la energía del 60-70%. En esas condiciones, según la organización, es casi imposible resistir.