Recientemente, el Boletín Oficial del Estado publicaba dos resoluciones de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental, referidas a las cuencas del Segura y el Guadiana.
En virtud de las mismas, se abrían sendos plazos de consultas, en relación al «procedimiento de evaluación estratégico» de sus respectivos planes hidrológicos, que por ahora se encuentran en proceso de revisión.
Sin embargo, se echa de menos ese mismo paso para la cuenca del Júcar, la cuenca más importante para la provincia de Albacete. De hecho, las últimas novedades oficiales relacionadas con la Cuenca del Júcar son de noviembre.
La revisión del Júcar sigue sin avanzar y el denominado Esquema de Temas Importantes sigue depende de definir un solo tema: qué es y qué no es parte del Júcar.
«El problema es muy sencillo -explica Alfonso Calera, profesor de la UCLM- hay una sentencia que se debe aplicar; si no se aplica, el plan que salga del proceso de revisión nacerá en medio de una enorme inseguridad jurídica».
Calera se refería a la sentencia del Supremo que exige la segregación de las cuencas internas de la Comunidad Valenciana, la célebre sentencia del Supremo de octubre de 2004. Un fallo que se logró a instancia de la Fundación para el Progreso de Albacete, a la que él mismo que pertenece.
Una sentencia que se ha convertido en todo un nudo gordiano para la Confederación Hidrográfica, según fuentes de los regantes manchegos.
«En estos momentos, el organismo de cuenca se encuentra en una encrucijada -explicaban ayer a La Tribuna- y es que las sentencias no se negocian, se aplican; pero si éste se aplica, muchas prácticas y costumbres en la parte baja de la Cuenca del Júcar dejarán de serlo».
En la parte de baja de la cuenca, también son conscientes de ello. En unas recientes declaraciones la prensa valenciana, el propio consejero valenciano de Medio Ambiente, José Ramón García Antón, reconocía que la revisión del Plan de Cuenca del Júcar aún está «verde».
No obstante, en esas mismas declaraciones, García Antón decía que su departamento era «consciente» de que la ley obliga a administrar por separado los ríos que discrurren por una sola región de los ríos que discurren por varias.