La Confederación Hidrográfica del Júcar(CHJ) planteará a los regantes un calendario de desembalses restrictivo, con el que pretende terminar la próxima campaña de verano con reservas suficientes para afrontar la posibilidad de se reactive la sequía. Sin embargo, los proyectos de la Confederación chocan frontalmente con los de las grandes comunidades de riego, que reclaman la vuelta a volúmenes holgados para «lavar» la tierra, permitir las cosechas «bajas» de hortalizas y evitar la salinización de los campos.
A pesar de que ninguno de los sistemas de explotación se encuentra técnicamente en situación de sequía – solo el río Júcar se mantiene en prealerta-, la CHJ cree que es necesario actuar con cautela y no volver a los niveles de consumo habituales hasta el año 2003, cuando arrancó el actual ciclo de sequía.
Fuentes de este organismo recordaron que la buena situación en la que se encuentran los embalses de la CHJ no es sólo fruto de un incremento de las precipitaciones, sino fundamentalmente de la gestión realizada en los últimos años con el apoyo y la colaboración de los regantes.
En este periodo se han abierto pozos de sequía, que se encuentran totalmente recuperados y listos para su uso; se ha multiplicado la reutilización efectiva de las aguas residuales depuradas, y las inversiones en modernización de regadíos y rebombeos en la zona del arrozal han generado ahorros reales de unos 100 hectómetros cúbicos (hm3)anuales.
Pese a los 1.207 hm3 embalsados- un 59,3% más que en 2008 y un 8,9% más que la media de los últimos diez años- la CHJ quiere acumular agua en Alarcón y Contreras -donde los técnicos del Ministerio de Medio Ambiente- aspiran a realizar algunas pruebas de carga en la presa del Collado; subir la cota de Tous para evaluar su comportamiento y, sobre todo, mantener la cultura de «ahorro» implantada en los últimos años.
La CHJ podría plantearse incluso mantener la adquisición de derechos de riego en Albacete con objeto de consolidar la recuperación de caudales en el río.
Sin embargo, los regantes del Júcar estiman que son ya «demasiados años» sin poder hacer cosechas «bajas» y que las tierras necesitan un «lavado» intensivo para evitar sus salinización, incluidas las parcelas que ya se riegan con sistemas de goteo. Otros usuarios como el Ayuntamiento de Valencia podrían colocarse también en contra del deseo de la CHJ, ya que prefieren abastecer la ciudad con aguas del Júcar, de mejor calidad que las del Turia y con menores costes de potabilización, mientras la Confederación opta por repartir el suministro al 50%.