El Consell anunció ayer -por boca de su consejero de Medio Ambiente, Juan Cotino- que recurrirá los decretos del Gobierno con los que se quiere reorganizar la cuenca del Júcar. Unos decretos, en fase de borrador, en los que se plantea de momento dejar el Vinalopó en la cuenca del Júcar y traspasar los ríos de L’Alacantí a la Generalitat. Una separación a la que se opone el Gobierno valenciano, que también teme que en el futuro consejo del agua del Júcar gane peso Castilla-La Mancha en detrimento de los representantes valencianos. Cotino calificó las propuestas del ministerio de «barbaridad» y anunció su «rechazo total» tras entrevistarse con la Federación de Regantes de la Comunidad Valenciana, que exige una «gestión única y coordinada» frente a nuevas delimitaciones. Según el vicepresidente tercero y consejero, si salen adelante los borradores sería más difícil plantear cualquier trasvase entre cuencas, especialmente el del Ebro que defiende el PP.
Por otra parte, la consejera portavoz, Paula Sánchez de León, se estrenó ayer en solitario en sus nuevas funciones. Sánchez de León explicó que el Consell aprobó ayer la reasignación de departamentos tras la reorganización realizada la semana pasada por el presidente de la Generalitat, Francisco Camps. En la misma reunión, el Gobierno valenciano aprobó destinar algo más de 11 millones de euros para adecuar residencias de mayores conforme a los requisitos de la Ley de Dependencia y unificar criterios en la concesión de becas de la Generalitat.