Gregorio López, una de las pocas voces críticas con la gestión del agua que se hace en Castilla-La Mancha, asegura en su "blog" que el río Cabriel, el último río casi virginal que conocen los valencianos y sostén del Júcar "ya ha comenzado a morir". En Casas Ibáñez se han secado 20 manantiales que alimentaban el río y se habla de un centenar en La Manchuela. El proceso de degradación puede haber comenzado
Sin agua
Las fuentes se secan
En la carretera nacional N-322, entre Villatoya y Casas Ibáñez, existe, bien visible para los conductores, una fuente que durante años fue parada obligada para viajeros que buscaban el frescor de sus aguas y la sombra de sus árboles. Hace casi una década que dejó de manar. El fenómeno se repite a lo largo de todo el cañón del Cabriel, especialmente en las laderas que vierten del lado de Albacete, y cada vez a más profundidad. Solo en las zonas más próximas al río, donde el cauce se encuentra a 400 metros sobre el nivel del mar, casi 300 metros por debajo del nivel de la llanura manchega, los manantiales se mantienen activos y alimentan pequeñas huertas como la de Cilanco, en Villatoya, con productos de gran calidad que se comercializan en los mercados de la zona