En abril de 2008, se levantó una enorme polémica, con cruces de declaraciones entre las comunidades de Valencia y Castilla-la Mancha, porque el río Júcar se había secado a la altura de Cuasiermas, en el límite entre los términos de Albacete y Madrigueras.
Sin embargo, Ecologistas en Acción denunciaba ayer que el mismo río se seca casi todos los años, en un punto situado aguas arriba, entre los embalses de La Toba y Alarcón, «sin que nadie haga nada por evitarlo».
Carlos Cano, de Ecologistas en Acción, explicaba ayer a La Tribuna que «el tramo seco se conoce como los Cortados de Villalba y, para más inri, forma parte del Parque Natural de la Serranía de Cuenca».
Según los ecologistas, la causa última de esta situación es el incumplimiento de las legislaciones de aguas, de pesca y de conservación de la naturaleza, que obligan a los concesionarios de aprovechamientos a mantener unos caudales mínimos para preservar la funcionalidad de los ríos.
En este caso, el concesionario en cuestión sería Unión Fenosa, que gestiona la presa de La Toba y que, según denuncian los conservacionistas, incumple la normativa legal en materia de caudales mínimos medioambientales.
Pero, al parecer, el problema viene de bastante lejos, «porque el río se queda sin agua, o prácticamente sin agua, desde hace muchos años; cada verano, o se queda sin agua en esta zona, o tiene tan poca agua que ésta no fluye».
Ecologistas en Acción ya había denunciado estos hechos ante la Confederación del Júcar y «en breve» se pondrá en contacto con el Organismo Autónomo de Espacios Naturales y la Consejería de Agricultura.