Los grandes embalses del Júcar reciben el agua de los últimos temporales

La lluvia de las últimas semanas ha comenzado a dejar su huella en los embalses, donde no solo ha roto la tendencia a la baja vigente de forma anormal hasta mediados de diciembre, sino que está generando un inmenso volumen de recursos en la cuenca alta del Júcar, Cabriel y Tajo que puede aliviar sustancialmente el déficit de los últimos años en el área que algunos han denominado el «corazón» hidráulico de España.
La lluvia acumulada en las dos últimas semanas en la Serranía de Cuenca ha hecho posible que los rios Júcar y Cabriel, además del Tajo y sus afluentes de cabecera, hayan multiplicado exponencialmente su caudal. La traducción de este cambio de ciclo, que aparentemente se prolongará todavía durante unos días, es un incremento espectacular de las entradas a los embalses de cabecera.
El mejor ejemplo y el más llamativo de lo que está sucediendo es el pantano de Contreras. Entre las 8 horas del domingo y las 8 horas del lunes las reservas del embalse aumentaron en algo más de 3 hectómetros cúbicos, en concreto 3.013.624.000 litros de agua. Este incremento fue posible gracias a unos caudales medios de entrada de 35,4 metros cúbicos por segundo.
A las ocho horas de ayer, martes, el embalse había reducido sus ganancias en 24 horas a 1,77 hectómetros cúbicos con un caudal base de 21 metros cúbicos por segundo.
Por lo que respecta a Alarcón, los incrementos de la última semana han sido también muy notables, aunque quizá su enorme capacidad -1.118 hectómetros cúbicos- haga que parezcan menos significativos que los de Contreras.
No obstante, el embalse ganaba entre el domingo y el lunes 2,53 hectómetros cúbicos y ayer repetía subida con 3 hectómetros cúbicos. Ahora se encuentra al 19,49% con 217,8 hm3.
Más modestamente, el embalse de Benagéber, el tercero en capacidad de la cuenca del Júcar, está ganando medio millón de metros cúbicos diarios y ya se encuentra al 81,50 de su capacidad con 180,4 hectómetros cúbicos. Las importantes lluvias registradas ayer en la cabecera del Turia garantizan la llegada de caudales que podrían acabar con el embalse lleno en las próximas semanas.

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