La secretaria general del Partido Popular y presidenta de esta formación política en Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, dijo ayer en Albacete, coincidiendo con su participación en las jornadas provinciales de asociaciones de padres y madres de alumnos, que el agua para consumo humano «debe estar fuera de todo comercio y de cualquier otro tipo de consideración», al ser preguntada por la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana en la que se insta al Ayuntamiento de Albacete a que compense económicamente a los regantes valencianos por el uso del pantano de Alarcón.
«El derecho que tienen los hombres y mujeres de todo el mundo a beber agua está por encima de todo», afirmó Cospedal, añadiendo que «este era un principio que estaba bien definido y garantizado en el Plan Hidrológico Nacional que lamentablemente fue derogado por el PSOE, y creo que antes de hacer convenios y conciertos como se hizo en 2005 y 2006 por confederaciones hidrográficas o por cualquier otra entidad publica, sería importante que se respetara el derecho a beber que tenemos todos», un derecho que, indicó, «no puede ser objeto de un sobrecoste».
Preguntada sobre si el PP llevará algún tipo de iniciativa de apoyo en este sentido a las Cortes regionales, Cospedal reiteró que «el mayor apoyo que ha hecho el Partido Popular en materia de agua ha sido un Plan Hidrológico Nacional, que fue derogado por el Partido Socialista».
«Esto es algo que es de lamentar porque el consumo humano preferente estaba garantizado por ley y no habría necesidad de ningún convenio, de hecho no estaríamos en esta situación que viene de un convenio socialista en la Confederación Hidrográfica del Júcar», manifestó, detallando que su partido va a seguir defendiendo «un Plan nacional de agua y que el agua para beber no puede ser moneda de cambio».