El presidente Valcárcel afirma que no se va a permitir que «se sustraiga ni una sola gota de agua»
Murcia- «Si hubiera Plan Hidrológico Nacional no habría que tratar este tema porque el problema del agua ya estaría resuelto en toda España», afirmó el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, junto a la presidenta del PP regional, María Dolores de Cospedal, durante un acto celebrado en Guadalajara.
Tras manifestar su deseo de que «haya agua para todos», Rajoy indicó que la intención del PP es la de «hablar y negociar» sobre el Estatuto de Castilla-La Mancha. «El PP está en un proceso de negociación en el que lo que impera es hablar y seguir negociando», apuntó el presidente nacional del PP, quien planteó que, si finalmente se llega a un acuerdo, «quedarán claras las posturas de todos», resaltó Rajoy.
El PP se abstuvo el pasado jueves en la Comisión Constitucional del Congreso en la votación del informe de la ponencia, aprobado en primera instancia gracias a los votos del PSOE y CiU y que incluye la reserva hídrica de 4.000 hectómetros cúbicos en el preámbulo, con el argumento de continuar las negociaciones para poder llegar a un acuerdo satisfactorio para todas las partes.
Rajoy recordó que «el PSOE tiene mayoría para aprobar lo que quiera en las Cortes, como ha quedado acreditado, mientras que el PP quiere hablar y negociar, que es lo civilizado». En este sentido, recordó que «el entonces presidente de la Junta (José Bono), aprobó el Plan Hidrológico Nacional, aunque después los diputados del PSOE votaron en el Congreso en contra». Por otro lado, los presidentes autonómicos murciano y valenciano, Ramón Luis Valcárcel y Francisco Camps, respectivamente, propusieron ayer en Bruselas al Comité de las Regiones que la reforma de la Directiva Marco del Agua incluya el concepto de cantidad en las necesidades de agua para la cuenca Mediterránea con el objetivo de asegurar los trasvases a la Región de Murcia y Comunitat Valenciana.
Valcárcel y Camps, que se reunirán mañana en Murcia para establecer la estrategia para defender sus intereses hídricos de ambos territorios, explicaron que solicitarán que se contemple el concepto de cantidad «como una necesidad esencial para el desarrollo de las regiones mediterráneas». Camps reconoció que ambos gobiernos autonómicos llevan «mucho tiempo trabajando en muchas propuestas y continuamos juntos en la misma decisión de fuerza en la defensa de nuestros intereses de los trasvases» y resaltó la necesidad de ejecutar el trasvase del Ebro y de mantener el trasvase del Tajo al Segura, así como del desarrollo del Trasvase Júcar-Vinalopó.
«No vamos a permitir que se sustraiga ni una sola gota de agua de la que llega a nuestras regiones», subrayó Valcárcel ante el texto propuesto por el PSOE para el Estatuto de Castilla-La Mancha y reiteró que los gobiernos de ambas regiones han defendido un planteamiento «firme y sincero» en defensa del acueducto «frente a la aritmética del votos del PSOE».
El jefe del Ejecutivo murciano remarcó «defendimos y seguiremos defendiendo ahora el trasvase del Tajo a la cuenca del Segura, y también el trasvase del Ebro, y no haremos nada que no sea eso».
La campaña manchega contra la región es «ilegal y vomitiva»
El consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, calificó de «ilegal, antidemocrática y vomitiva» la campaña de Castilla-La Mancha «basada en mentiras y difamaciones» hacia la Región de Murcia. Para Cerdá, la campaña iniciada por los municipios ribereños del trasvase Tajo-Segura «está basada en la política del insulto del presidente Barreda» y en las actuaciones «auspiciadas por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para buscar enfrentamientos entre territorios». «Murcia no vacía los pantanos de Castilla-La Mancha, ni tira agua al mar, ni deja de recoger las cosechas que riega. Tampoco regamos con agua del trasvase campos de golf», sentenció el consejero, quien dijo que «para eso tenemos un sistema de depuración que es ejemplo mundial». Cerdá señaló que «no podemos estar permanentemente en el enfrentamiento entre comunidades, como se está facilitando con este tipo de políticas que Rodríguez Zapatero está generando». Cerdá recordó que el agua del trasvase «no nos la regalan», y cifró en 254 millones de euros el dinero pagado por los regantes murcianos, de los que 112 han ido a Castilla-La Mancha para infraestructuras de saneamiento y abastecimiento, «que no se han cumplido».