El conseller de Medio Ambiente y vicepresidente tercero del Consell, Juan Cotino, ha amenazado al Gobierno autonómico catalán con denunciarlo si continúa con su intención de blindar el Ebro contra un trasvase con la excusa de modificar el actual Plan Hidrológico de las Cuencas Internas de Cataluña, o si aprueba cualquier disposición sobre territorio valenciano del Ebro o del Júcar.
El Plan de Gestión de Agua de Cataluña, elaborado por la Agencia Catalana del Agua, en teoría sólo debería afectar a los ríos de las llamadas Cuencas Internas. Pero lejos de quedarse en su estricto ámbito de competencia, el Ejecutivo catalán incluye, como uno de los objetivos del documento, establecer un caudal ecológico mínimo en el Ebro de 7.305 hectómetros cúbicos anuales en los años de sequía. En los de abundancia hídrica, como el actual, ese caudal sería de 12.783 hectómetros anuales.
Las cifras, según entiende la Generalitat Valenciana, condicionan la posibilidad de que en un futuro se pueda construir un trasvase de aguas del Ebro.
La alegación que ha remitido la Conselleria de Medio Ambiente a la Agencia Catalana del Agua está firmada por José Benlliure, director general del Agua. Reconoce que la Generalitat de Cataluña tiene capacidad plena para exponer su postura sobre la gestión y planificación hidrológica del Ebro. Pero señala que esa postura debe expresarse «dentro del proceso de planificación hidrológica del Ebro, que está en curso y que tiene un procedimiento reglado».
Por ese motivo Benlliure asegura que la Generalitat Valenciana «muestra su disconformidad» a que se incorporen propuestas correspondientes al río Ebro en un documento de planificación de las Cuencas Internas de Cataluña.
Benlliure advierte que la Generalitat «recurrirá a los tribunales cualquier disposición aprobada en este documento (el Plan de Gestión de Agua de Cataluña) que afecte a ámbitos territoriales o competenciales ajenos a las cuencas internas de Cataluña y, específicamente, los referidos a la Demarcación Hidrográfica del Ebro o a la del Júcar».