Un centenar de colectivos ciudadanos, municipios ribereños y expertos universitarios de España y Portugal, agrupados en la Red Ciudadana por una Nueva Cultura del agua en el Tajo/Tejo, entregarán hoy a la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, una carta en la que solicitan una reunión para exponerle sus reivindicaciones, entre ellas, un «cambio radical» en la gestión de la cuenca del Tajo.
Previamente, expondrán frente a la sede del MARM, en la plaza de San Juan de la Cruz, en Madrid, «las principales carencias y problemas» de la cuenca que, a su juicio, de no solucionarse, supondrán «el incumplimiento de la normativa comunitaria y la correspondiente denuncia a la Comisión Europea».
«Los miembros de la red contemplan con preocupación la paralización y los retrasos acumulados en la elaboración del nuevo plan de cuenca en el Tajo que está suponiendo graves impactos, ambientales, económicos y sociales», añaden en un comunicado.
Entre los colectivos que apoyan esta solicitud, se encuentran las organizaciones Greenpeace, Seo/BirdLife, WWF y Ecologistas en Acción, que enmarcan este acto en un fin de semana de manifestaciones en distintos puntos de España y actividades para exigir suficiente agua para los ríos, bajo el lema ‘Sin agua no hay ríos, sin ríos no hay agua’.
«Las asociaciones reivindicativas pretenden mostrar la enorme preocupación de la sociedad civil por la actitud del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), que pretende dejar en valores mínimos inaceptables los caudales de los ríos», agregan los ecologistas en otro comunicado.
En este sentido, señalan que el pasado mes de diciembre de 2009 se habrían tenido que aprobar los Planes Hidrológicos de cuenca que exige la directiva del agua. Sin embargo, apuntan que el Gobierno español lleva un «considerable» retraso en su redacción. Con esta situación, según los convocantes, «peligra» la existencia de unos caudales suficientes que permitan conservar la biodiversidad, así como las funciones ecológicas y sociales de los ríos. «Esto ocurre porque el MARM no está dando suficiente participación a la sociedad civil en el proceso de concertación de los caudales ecológicos», concluyen.