Los regantes que dependen del agua del Tajo propondrán al Ministerio de Medio Ambiente que se cambie el sistema de regulación de los desembalses que se autorizan periódicamente, con el objetivo de que los caudales no se transporten en su totalidad a la Regin de Murcia y a Alicante, sino que se envíen conforme se vayan necesitando. Esto supone que el agua se almacenará y reservará en los pantanos de origen Entrepeñas y Buendía y no en los de destino.
El beneficio para los municipios ribereños de la cabecera del Tajo sería inmediato, puesto que dispondrían durante más tiempo de estos caudales para sus fines económicos y recreativos, sobre todo en verano.
Este posible cambio ha sido avanzado por José Manuel Claver, presidente del Sindicato Central de Regantes del Trasvase, que lo someterá a la consideración de la Comisión Central de Explotación del acueducto. Claver explica que se trata de una muestra de buena fe. «Lo importante para nosotros es que la Comisión apruebe los desembalses cada vez que proceda, de acuerdo con las reglas de explotación, y que el agua llegue después a nuestros campos conforme se vaya necesitando cada mes. Debe quedar claro que el desembalse se autoriza la primera vez, y que no hará falta nuevos permisos para transportar el agua. Los caudales se almacenarán en los pantanos de cabecera, como si estuvieran aquí, subrayó.
Hasta ahora, el agua de la cabecera del Tajo se transporta por el acueducto de una tacada. A mitad de camino se puede regular en el embalse de Alarcón, pero lo habitual es que llegue hasta la cuenca del Segura y se deposite en los pantanos de Talave, Camarillas, La Pedrera, Algeciras y Mula, principalmente. Ahí queda para su distribución entre las comunidades de regantes, a la vez que se computa entre los recursos en este caso prestados que administra la Confederación Hidrográfica del Segura.
El Sindicato de Regantes piensa proponer más cambios. Siempre que la situación lo permita, solicitarán desembalses cada seis
meses, en lugar de tres como hasta ahora. Piensa hacerlo el mes que viene, con motivo de la reunión de la Comisin Central de Explotación. «Mientras que haya recursos suficientes en la cabecera se puede hacer una previsión semestral de las necesidades para los cultivos», indicó Claver. Esta propuesta enlaza con la anterior, ya que el acueducto tiene un límite para el transporte de agua y los pantanos del Segura otro para poder almacenarla.
Los regantes podrían solicitar unos 200 hectómetros cúbicos del Tajo para cubrir sus demandas hasta enero.