El Tribunal de las Aguas de Valencia y el Consejo de Hombres Buenos de Murcia, los milenarios órganos de justicia al servicio de los regantes que defienden el buen uso y el reparto equitativo del agua, se han hermanado ante la UNESCO para recibir el título que les acredita como Patrimonio de la Humanidad.
La consellera de Cultura de la Generalitat Valenciana, Trinidad Miró, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, han entregado hoy a los presidentes de ambos organismos este diploma acreditativo en un acto «simbólico» en el que también ha estado presente el consejero de Cultura y Turismo de Murcia, Pedro Alberto Cruz.
Tras la tradicional sesión de los jueves del Tribunal de las Aguas ante la puerta de los Apóstoles de la Catedral de Valencia, Miró ha recordado que ambas instituciones, en una candidatura conjunta, recibieron el reconocimiento de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO el pasado 30 de septiembre.
Miró, en declaraciones a los periodistas antes del acto, ha defendido que el premio da a ambos organismos «la categoría que se merecen y refuerza su trabajo», a la vez que ha destacado la importancia de que la UNESCO reconozca el mantenimiento de «unas tradiciones tan arraigadas en nuestra historia».
En su posterior discurso, ha recordado que Valencia y Murcia están «unidas geográficamente» y también en el «espíritu» de ambos tribunales, a los que ha calificado de «guardianes de una tradición cultural viva».
«Son el testimonio vivo de que se puede hacer un uso eficaz del agua», ha defendido Miró, para quien ser reconocido como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad «es un paso más en la protección y difusión del patrimonio cultural».
La alcaldesa de Valencia ha manifestado que el acto de entrega de los diplomas «estrecha los lazos históricos de dos regiones vecinas y fraternas, que hoy tienen su más fiel reflejo en el solidario y equitativo reparto del agua».
Según ha dicho, el título de la UNESCO «reconoce la enorme importancia» que los valencianos dan al agua, «conscientes de que su buen uso garantiza riqueza, paz y prosperidad» y ha defendido que el Tribunal de las Aguas «representa el triunfo de la justicia y el alto grado de madurez del pueblo valenciano».
A su juicio, el Tribunal de las Aguas y el Consejo de Hombres Buenos «son la mejor demostración del buen hacer a través de los siglos y el mejor argumento para desmontar la demagogia utilizada para negarnos el agua que necesitamos».
El consejero de Cultura y Turismo de Murcia ha asegurado que el diploma de la UNESCO supone «un paso importante en el reconocimiento a la tradición que va ligada a la huerta y a la cultura del agua en todo el arco mediterráneo y un aliciente para salvaguardar todo el patrimonio material e inmaterial vinculado a estas tradiciones».
Según ha resaltado, ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad supone «el reconocimiento a nivel global de una de las tradiciones más excepcionales que existe en Europa», por su forma «paradigmática de auto-organización y de cómo la justicia en el caso de estos tribunales depende de la experiencia de haber acumulado conocimiento y de vivir y experimentar una realidad diaria».
El presidente del Tribunal de las Aguas de Valencia, Vicente Nácher, ha defendido la importancia de su «labor de intermediación» entre los regantes de la huerta y ha achacado su supervivencia a lo largo de los siglos a que «ha sabido adaptarse a los tiempos».
Su homólogo en el Consejo de Hombres Buenos de Murcia, Sifredo Hernández, ha resaltado que el título de la UNESCO reconoce los «más de mil años de trabajo en defensa de la huerta y el buen reparto del agua», así como de la «mediación» entre regantes y ha asegurado que les da «más fuerza» para seguir trabajando y ser «más exigentes y ecuánimes» en las sentencias. EFE mc/ct