l uso de agua de regadío de las explotaciones agrarias se situó en 15.313 hectómetros cúbicos en 2008, lo que supone una reducción del 5,5% respecto al año anterior, según la ‘Encuesta sobre el uso de agua en el sector agrario’ del Instituto Nacional de Estadística (INE). Así, en Castilla-La Mancha el uso de agua para regadío disminuyó un 11,1% respecto a 2007.
Los cultivos herbáceos concentraron el 44,8% del volumen total del agua de regadío utilizada en el sector agrario, con 6.870 hectómetros cúbicos, un 6,5% menos que el año anterior.
Otros cultivos como los industriales, huertos familiares, cultivos ornamentales y leñosos no frutales redujeron su uso de agua un 16,1% respecto a 2007, mientras que las patatas y hortalizas lo hicieron en un 12,7%. Por el contrario, el uso de agua en olivares y viñedos se incrementó un 1,3%.
Por técnicas de riego, el volumen de agua aplicada a los cultivos mediante riego localizado o goteo disminuyó un 6%, en los de aspersión, descendió un 5,5%, y en los de gravedad, un 5,2%.
El 78,6% del agua disponible para riego fue de origen superficial, un 20,4% de origen subterráneo y un 1% de otros recursos hídricos, como el agua desalada (marina o salobre) o reutilizada (procedente de las estaciones de depuración de aguas residuales).
Según el estudio del INE, las comunidades autónomas que más agua utilizaron en 2008 fueron Andalucía (con un 23,1% del total), Aragón (14,2%) y Castilla y León (13,2%). En el otro extremo, se situaron La Rioja (1,6%), Comunidad Foral de Navarra (2,8%) y Región de Murcia (3,4%).
Respecto a 2007, el uso de agua para regadío disminuyó un 11,1% en Castilla-La Mancha, un 8,5% en Castilla y León y un 7,5% en Cataluña. Además, destaca el incremento del 7,4% que se produjo en La Rioja, debido al significativo aumento de la superficie de regadío en esta comunidad