Padilla se muestra satisfecha ya que con la decisión de cambiar las normas de explotación comienza a levantarse la hipoteca del trasvase, «mientras, el agua se queda aquí».
Javier D. Bazaga / Agencias
En el Levante seguirán haciendo peticiones desmesuradas como la solicitada recientemente de 230 hm3 «porque a veces da la impresión de que no tienen fin», decía ayer la secretaria de Comunicación del PSOE, Esther Padilla. La diferencia a partir de ahora es que no sólo se tendrán que tener en cuenta las posibilidades de la cuenca cedente, sino las necesidades reales de la cuenca receptora y para qué se va a utilizar el agua trasvasada.
Ese cambio en las normas del juego se hará de forma participativa por lo que se abre ahora un periodo de propuestas entre las que Castilla-La Mancha, fiel a sus reivindicaciones históricas, solicitará una lámina estable de agua en los embalses de la cabecera del Tajo, para garantizar así una reserva hídrica a la Región.
Un cambio en las normas que pretende adaptar las necesidades a la realidad que hasta ahora la hacían injusta. «Ahora tenemos el agua, y si se necesita y se acredita la necesidad de ese agua se irá pasando, mientras tanto, el agua permanecerá en nuestros pantanos», decía Padilla sin ocultar cierta alegría.
También tendrá importancia la negociación del Plan de la Cuenca del Tajo que recoge ya una reserva suficiente en la cabecera que garantice un caudal ecológico muy superior al reflejado actualmente. «Por lo tanto, son muy buenas noticias y harán que Castilla-La Mancha vaya garantizando las necesidades que tiene y a la vez vaya levanténdose la hipoteca del Trasvase Tajo Segura», concluyó la responsable de Comunicación, «independientemente de quién gobierne en Madrid o de quién gobierne en las autonomías colindantes»
Municipios Ribereños
Al igual que el PSOE en la Región, los municipios ribereños aplaudieron la revisión de las normas de la Comisión de Explotación del Trasvase Tajo-Segura ya que «después de 20 años aguantando las exigencias de los regantes murcianos, por fin parece que va cambiando la mentalidad» decía el presidente de la asociación Julián Rebollo en declaraciones a Europa Press.
Una satisfacción que también se dejaba notar al afirmar que «después de más de dos décadas de libre disposición de los murcianos de los embalses de cabecera de Entrepeñas y Buendía, como afluentes reguladores del Segura y no del Tajo, se les vaya poniendo un poquito de freno.
Para el consejero de Agricultura y Medio Ambiente también es «un paso importante» porque evita que el agua del Tajo se regule en la cuenca del Segura.
El contrapunto lo ponía el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Seguro, donde sorprendió la noticia. Su presidente, José Manuel Claver, insistía en que no tienen ningún inconveniente en que se modifiquen las reglas del juego siempre que sean técnicos y no políticos los que controlen y estudien tanto las necesidades de agua como el uso que se da a la que llega del trasvase.
Claver no dejó pasar la oportunidad para añadir algo de enfrentamiento al asunto al manifestar que «es curioso que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha haya estado cayada durante todos los años de seqwuía y ahora exija este cumplimiento». Lo que no admitirán dijo, es que se «quiera aprovechar esta reconsideración para recortar los derechos del trasvase de tipo político, para lo que se van a encontrar con nuestra oposición lógica», manifestó el dirigente del Sindicato de Regantes del Acueducto.