El Gobierno de Castilla-La Mancha se opondrá a cualquier incremento de esa cifra porque estima que tienen recursos suficientes para producir la cantidad que emplean para regadío
Javier D. Bazaga / Toledo
La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha tiene muy claras sus reivindicaciones en materia de agua, las tiene ahora y las ha tenido siempre pero su voz ha ganado peso desde que la Comisión de Explotación del trasvase Tajo-Segura decidiera revisar las normas de explotación del acueducto.
En esas reivindicaciones está la de mantener una lámina estable de agua en los embalses de la cabecera del Tajo y que sea allí donde «se regule y embalse» el agua. Lo explicó el Consejero de Ordenación del Territorio ayer para poner de manifiesto que la cuenca del Segura no necesitará más de 120 hectómetros cúbicos (hm3) de agua al año. Una cantidad que gracias a la «experiencia y los datos acumulados en los últimos años» dijo Julián Sánchez Pingarrón, deberá ser suficiente y es «lo que solicita habitualmente la Mancomunidad de Taibilla para abastecimiento».
Experiencia y Datos
La experiencia y los datos acumulados no son otros que el conocimiento de la existencia de seis plantas desaladoras que son capaces de producir 183 hm3 en la zona del levante, y que en los últimos años, la media de agua trasvasada ha sido de 300 hm3 al año.
Es por esto que el Gobierno regional se opondrá a cualquier trasvase que supere los 120 hectómetros cúbicos al año ya que el resto, que pueden producir las desalinizadoras, «es la cantidad que demandan anualmente para regadío».
Además, Sánchez Pingarrón destacó que la decisión adoptada por la Comisión de Explotación del Trasvase de revisar la normativa de explotación, «marca un antes y un después ya que a partir de ahora será necesario justificar el uso de cada gota de agua que circule por el Trasvase».
Por alusiones
El presidente de la Comunidad Autónoma de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, reiteró que con esta revisión, «no va a bajar la guardia» respecto al Trasvase y es que su postura se sostiene en la creencia de que «hay agua para poder abastecer solidariamente las necesidades de los territorios de España», afirmó Valcárcel, «lo que pasa es que tiene que haber un distribución equitativa, ahí es donde se falla».
Por otro lado reconoció que Castilla-La Mancha «tiene prioridad en todo momento» sobre el uso del agua, pero añadió que tanto Castilla-La Mancha, como Murcia, Alicante y Almería «pueden convivir perfectamente con esa agua que es de todos». Concluyó Valcárcel asegurando que el agua es un bien común y por tanto, «de todos los españoles».
Aeródromo
El consejero de Ordenación del Territorio y Vivienda, Julián Sánchez Pingarrón, defendió ayer el proyecto de ampliación del aeródromo de Casarrubios del Monte, en Toledo, por ser un importante elemento dinamizador para el desarrollo y el comercio de la Región.
Lo hacía después de que el Consejo de Gobierno de Castilla-La mancha del pasado martes, decidiera declararlo de interés regional por su alto valor como infraestructura aeroportuaria.
El apoyo del Gobierno al proyecto de ampliación se plasma en que será la Sociedad de Infraestructuras aeroportuarias de Castilla-La Mancha la que gestione esta operación, para lo que se ha abierto el plazo de un año para presentar el proyecto de singular interés.
Realidad
El proyecto choca con la intención de la Comunidad de Madrid de construir un aeropuerto en su zona sur para liberar de tráfico aéreo el centro, un conflicto que desde el Gobierno de Castilla-La Mancha resuelven con la realidad que constituye en aeródromo de Casarrubios, «porque existe y trabaja a pleno rendimiento». En cambio «en Madrid no me consta que se haya dado ningún paso o haya ninguna tramitación al respecto», afirmó Pingarrón para añadir que además, el de Casarrubios tiene futuro «porque se ha declarado de interés regional».
Precisamente para apoyar esa realidad sobre la que trabaja el aeródromo toledano, Pingarrón se refirió a los 14 años que lleva funcionando «y creciendo de un modo natural», y a las 100.000 operaciones de media que realiza al año -con más de 300 vuelos diarios-.
CaracterísticasLa «extraordinaria ubicación» del aeródromo le ha beneficiado en su desarrollo y crecimiento hasta alcanzar una superficie de 37 hectáreas y 40 empresas ubicadas en su entorno para satisfacer todas las necesidades de su actividad. La ampliación prevista, que estima una inversión de 8,6 millones de euros y prevé una nueva pista de 1,6 kilómetros, llevará al aeródromo a ocupar una superficie cercana a las 320 hectáreas. «Este proyecto, por tanto, permitirá un incremento de la actividad económica y una mayor seguridad en toda la operativa aeroportuaria, favoreciendo la creación de nuevas empresas y fomentando el desarrollo socioeconómico de la Región» subrayó Pingarrón.