En un principio, dicha prohibición se había establecido hasta final de año, pero Moscú anunció ayer jueves prolongarla hasta septiembre de 2011 en pro de su mercado interno y después de los incendios y la grave sequía que han asolado el país, y que han acabado con la cuarta parte de su producción de cereales.
Sin embargo, aún habrá que esperar para conocer cuál es la verdadera repercusión de este anuncio en el mercado nacional.
En esta semana, por ejemplo, en la Lonja de Barcelona destaca el descenso de la cotización de la cebada, hasta 180 euros/tonelada, y la del maíz de importación, que se sitúa en 205 euros/tonelada, mientras que el trigo mantiene su tendencia alcista, hasta alcanzar entre 162 y 200 euros/tonelada.
En Segovia, la cebada y el trigo pienso repiten una vez más cotización y se sitúan en 156 y 174 euros/tonelada, respectivamente, al igual que en la lonja de Albacete, donde los trigos siguen manteniendo sus precios entre 148 y 202 euros/tonelada.
En este sentido, los operadores del mercado aseguran que se están dando señales alcistas en el ámbito internacional, aunque el mercado nacional no está «siguiendo el tirón», un hecho «anómalo» teniendo en cuenta que habitualmente si el precio se incrementa en el exterior también sube en España.
En el mercado de futuros agrícolas, desde el comienzo del mes de julio el precio del trigo se ha encarecido alrededor de un 40 por ciento, aunque sigue lejos de los máximos históricos de 2008 cuando la escasez de granos elevó las cotizaciones, según han recordado analistas consultados por Efeagro.
A diferencia de lo sucedido en 2008, el repunte de precios sólo está afectando al trigo y, como la coyuntura económica es diferente, la inversión se encuentra «mucho más limitada» porque existe una mayor aversión al riesgo.
En su opinión, mientras que el resto de países productores no sufran reducciones en sus cosechas -como ha sido el caso de Rusia y la región alrededor del Mar Negro-, no habría justificación para un nuevo incremento del precio, por lo que cobran especial importancia las cosechas de los países del hemisferio sur, actualmente en proceso de siembra.
En cuanto a la situación de España, han destacado que en los últimos años se habían incrementado las exportaciones procedentes de los países de Mar Negro, pero que no existe riesgo de desabastecimiento porque en el mercado hay una relativa abundancia de grano procedente de Estados Unidos o la Unión Europea.
Es posible, según han apuntado, que el precio de importación sea mayor que el obtenido durante los años anteriores, pero en ningún caso estiman una situación «especialmente crítica».
Por lo que se refiere al anuncio de Rusia de prorrogar la prohibición de exportación, no hay que alarmarse por ello, ya que según los expertos no debería suponer una presión extra al mercado internacional, porque lo que afecta realmente es la producción y que no registre nuevas revisiones a la baja.
Por su parte, los operadores españoles insisten en que a corto y medio plazo no hay fundamentos para que los precios se disparen hacia arriba o hacia abajo, lo que hace que la situación sea «imprevisible».
Por el momento, España ha solicitado ante la Unión Europea que se utilicen cereales que están guardados en los almacenes públicos, con el fin de paliar los altos precios.
La Comisión Europea, sin embargo, cree que es «demasiado pronto» para recurrir a esa actuación, ya que se puede garantizar el abastecimiento de cereal.
Sumado a todo ello, quedan por saber los datos finales sobre la cosecha de esta campaña, especialmente la de maíz, que se conocerán a final de mes o a principios de octubre.