Los regantes que se benefician del agua que llega hasta de Alicante y Murcia a través del trasvase Tajo-Segura se mantendrán vigilantes ante la posibilidad de que se aumente la reserva de agua en los pantanos de Entrepeñas y Buendía, las infraestructuras de las que se toma el caudal que se deriva hacia el sureste español.
En el futuro plan de cuenca del Tajo, documento que establece los parámetros relacionados con su gestión y elaborado por la Confederación Hidrográfica, se aboga por un aumento de la cantidad de agua embalsada que garantice el caudal ecológico del río aguas abajo de la cabecera y las necesidades de abastecimiento de la cuenca. Además, se propone establecer un volumen mínimo que permita garantizar los usos recreativos en los citados embalses, lo que supone un impacto económico en los municipios ribereños a los pantanos.
Ayer, el presidente de los regantes del Tajo-Segura, José Manuel Claver, apuntaba que no tendría lógica «que se mantuvieran los pantanos como un mar artificial» para fomentar actividades de ocio, «mientras en otras zonas se sufren problemas de abastecimiento», en referencia al sur de Alicante y Murcia, donde los agricultores beben del agua del Tajo, que también garantiza el suministro de 2,5 millones de personas.
Entre las medidas propuestas en el esquema de temas importantes, documento que permite sintetizar los problemas que debe resolver el futuro plan de cuenca (en fase de elaboración), se destaca «la revisión de la regla de explotación del Acueducto Tajo-Segura en base a las necesidades de abastecimiento de la cuenca del Tajo que se determinen en el nuevo plan de cuenca».
Compensaciones
Claver, en relación a las reivindicaciones de los municipios próximos a los embalses, que piden un mínimo de agua para mantener el ocio recreativo, se preguntaba ayer qué ha sucedido con los más de 150 millones de euros que los usuarios del trasvase han pagado desde su puesta en funcionamiento a modo de contraprestación. «Deberían preguntar en Toledo por qué a ellos no les ha tocado nada cuando eran un objetivo prioritario» de las compensaciones económicas, sentenció.
Precisamente ayer, el secretario de Estado de Medio Rural y Agua del Ministerio de Medio Ambiente, Josep Puxeu, apuntó tras una reunión en Valencia que la replanificación de las cuencas (mediante los citados planes), mejorará el estado de los ríos así como el suministro para los diferentes usos. «Estamos trabajando en la planificación de las cuencas, pero no hay más agua que la disponible», dijo ayer.
Las posibles reservas provocaron ayer duras reacciones. A juicio de Rafael Ferrando, presidente de Cierval, los cambios obedecen a la proximidad de las elecciones catalanas, ya que también se contempla un aumento del caudal ecológico del Ebro. Por su parte, el conseller Juan Cotino, que se reunió con Puxeu para pedir financiación para la reforestación del área quemada en Ontinyent, aseguró que el presidente manchego, José María Barreda, negocia con los nacionalistas catalanes para que estos apoyen la ley del Agua que quiere presentar en el Congreso, donde se recogen las «fallidas» reivindicaciones hídricas que bloquearon el estatuto de autonomía. A juicio de Cotino, esta normativa dejaría «seca» a la provincia de Alicante al invalidar el Tajo-Segura. Sobre el aumento del caudal ecológico del río, dijo que se opondrá si no permite el aprovechamiento del agua excedentaria.