El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, no aclaró ayer qué apoyos está buscando para sacar adelante en el Congreso la ley con la que pretende rescatar las reivindicaciones recogidas en el frustrado Estatuto de autonomía, aunque señaló que «en Murcia y en Valencia me llaman de todo menos bonito». Barreda respondía así a las acusaciones del Gobierno valenciano, que le acusa de estar negociando con los socialistas catalanes y con los nacionalistas el apoyo a su iniciativa legislativa.
El presidente manchego se felicitó por el anuncio de que el ministerio de Medio Ambiente piensa duplicar el caudal ecológico del Tajo, pasándolo de 6 a 12,7 metros cúbicos por segundo, y aprovechó para criticar el trasvase de agua a Murcia y a Alicante, quejándose de que «se da la paradoja de que por el canal artificial que deriva el agua desde el Tajo hasta el Segura la mayoría de los días discurre más volumen de agua que por el propio cauce».
El Gobierno regional dijo ayer que «permanece vigilante ante cualquier limitación que se pretenda sobre el Trasvase» y «mirará con todo detalle la revisión del plan de cuenca del Tajo».