El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, ha coincidido con la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, en que la no aprobación del Estatuto de Castilla-La Mancha ha sido «una oportunidad» perdida para la región que, a través de ese documento, habría podido solucionar sus problemas de agua.
Barreda, que ha inaugurado este sábado el tercer Foro Regional de Periodistas de Castilla-La Mancha que se celebra en Ciudad Real, ha señalado, a preguntas de los medios, que «si el Estatuto se hubiera aprobado en el Congreso con el apoyo del PP se habría zanjado el problema del agua».
En este sentido, ha lamentado que en otras Comunidades Autónomas sí hayan sido capaces de alcanzar acuerdos Gobierno y oposición, como en Valencia o Murcia, sin que el agua se utilizara como «arma arrojadiza. Pero aquí, en Castilla-La Mancha, el PP regional nos hizo a última hora la pirula, como se dice vulgarmente, cuando llegó el señor Valcárcel al Congreso y dejó claro que en materia de agua en el PP manda él».
PLANIFICACIÓN HIDROLÓGICA
Durante su intervención, el máximo responsable del Ejecutivo castellano-manchego ha recordado la importancia que la planificación hidrológica tiene en Castilla-La Mancha, un territorio al que le afectan siete cuencas, «y si nos hubiéramos puesto de acuerdo en la prioridad de la cuenca cedente, hubiéramos dado un paso adelante muy importante».
En este sentido, Barreda ha explicado que, «lamentablemente», Castilla-La Mancha no forma parte de la España húmeda, sino de la seca «por lo que no nos sobra el agua para todo tipo de usos y hay que marcar las preferencias. Yo estoy de acuerdo, y siempre lo hemos demostrado, en que los ríos son de todos los españoles, pero también de los castellano-manchegos y debemos tener preferencia», ha concluido.